Un sistema meteorológico adverso ha puesto en alerta a la provincia de Santa Cruz, en la región patagónica de Argentina. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se han emitido alertas amarillas y naranjas debido a intensas nevadas y fuertes vientos que afectan principalmente a las zonas cordilleranas.

El fenómeno, que comenzó el martes 13 de mayo, se espera que se intensifique hasta el jueves 15 de mayo. En las áreas más altas de la provincia, se prevé una acumulación de nieve de entre 20 y 50 centímetros, con posibilidad de superar estos valores en puntos específicos. Además, el viento blanco, un fenómeno que reduce la visibilidad a casi cero, complicará aún más la situación en estas regiones.

En las zonas de menor elevación, las precipitaciones se presentarán como una mezcla de lluvia y nieve, mientras que los vientos alcanzarán velocidades de entre 45 y 60 km/h, con ráfagas que podrían superar los 120 km/h en algunas áreas. Estas condiciones representan un riesgo significativo para la infraestructura, incluyendo tendidos eléctricos, y podrían dejar aisladas a localidades enteras.

Las autoridades locales han movilizado equipos de emergencia para mitigar los posibles efectos del fenómeno. Se ha recomendado a la población evitar viajes innecesarios, asegurar techos y objetos sueltos, y mantener reservas de agua y alimentos ante posibles cortes de servicios.

El SMN ha explicado que la alerta amarilla indica "fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas", mientras que la alerta naranja señala un nivel de peligro más alto. Aunque este tipo de eventos no es inusual en la región durante el otoño e invierno, su intensidad ha generado preocupación entre los residentes y las autoridades.

En años anteriores, fenómenos similares han causado interrupciones en servicios básicos y transporte, subrayando la importancia de las medidas preventivas. Expertos meteorológicos han destacado la utilidad de estas alertas para minimizar riesgos y proteger a la población.

Se espera que las condiciones climáticas comiencen a mejorar después del jueves, aunque las autoridades continuarán monitoreando la situación de cerca para responder a cualquier eventualidad.