Argentina avanza en la modernización de su Fuerza Aérea con la adquisición de 24 aviones F-16 Fighting Falcon a Dinamarca, en lo que constituye la mayor compra militar del país desde 1983. El primer lote, compuesto por seis aeronaves, arribará en diciembre de 2025, mientras pilotos y técnicos argentinos ya se entrenan en Estados Unidos para operar el nuevo sistema de armas.

El acuerdo, oficializado en abril de 2024, incluye no solo los aviones, sino también armamento, ocho motores, cuatro simuladores de vuelo y repuestos para cinco años. Además, la empresa danesa Terma proveerá sistemas de guerra electrónica, actualización de software y hardware, herramientas de planificación de misiones y asistencia técnica, lo que posicionará a los F-16 argentinos entre los más avanzados de América Latina.

El ministro de Defensa, Luis Petri, supervisó personalmente los trabajos de modernización en la base logística de Aalborg, Dinamarca, y firmó acuerdos clave para la adaptación operativa de las aeronaves. "Con estos nuevos aviones estamos dando un paso trascendental en nuestra política de defensa, recuperando la capacidad supersónica de nuestra aviación y logrando el ingreso definitivo de nuestra Fuerza Aérea a los desafíos tecnológicos del Siglo XXI", afirmó Petri.

La inversión total ronda los 650 millones de dólares, considerando tanto la compra de las aeronaves como los sistemas de armas provistos por Estados Unidos. Cada F-16 está valuado en unos 25 millones de dólares y su operación implica un costo de 20.000 dólares por hora de vuelo. Las primeras seis unidades serán alojadas en la VI Brigada Aérea de Tandil, tras una etapa de adaptación en Río Cuarto.

La embajadora de Dinamarca en Argentina, Eva Bisgaard Pedersen, destacó que los F-16 vendidos han sido mantenidos con las últimas actualizaciones tecnológicas y se encuentran en excelente estado. "Es una parte importante de nuestra relación bilateral y una colaboración muy positiva", señaló.

La operación representa un salto cualitativo para la defensa argentina, que desde 2015 carecía de aviones supersónicos tras la baja de los Mirage. El gobierno argentino subraya que la adquisición refuerza la soberanía y la protección del espacio aéreo nacional, mientras se abren posibilidades para futuras cooperaciones en materia de defensa con Dinamarca y Estados Unidos.