El Ministerio de Salud de Argentina ha publicado un informe que revela datos alarmantes sobre los intentos de suicidio en el país, destacando su relevancia como problema de salud pública. Desde abril de 2023, estos eventos son registrados obligatoriamente en el Sistema Nacional de Vigilancia Sanitaria (SNVS), lo que ha permitido recopilar información valiosa para la prevención y el diseño de políticas públicas.

Entre abril de 2023 y abril de 2025, se notificaron 15,807 intentos de suicidio, un promedio de 22 por día. De estos, el 94.3% no tuvo resultado mortal, mientras que el 5.7% (906 casos) sí. Las tasas más altas de intentos se concentran en adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años, con predominancia femenina. Sin embargo, los hombres presentan mayor letalidad en los intentos, con un riesgo cinco veces mayor de desenlace fatal.

El informe destaca que la sobreingesta de medicamentos es el método más utilizado, especialmente entre mujeres, mientras que los hombres tienden a emplear métodos de mayor letalidad, como el ahorcamiento. Además, el 86% de los intentos ocurrieron en el hogar, y factores como antecedentes de salud mental y consumo problemático de sustancias son comunes.

Aunque el número de casos notificados creció mes a mes, alcanzando un pico de 1,084 en enero de 2025, los especialistas insisten en que este aumento no refleja necesariamente una suba real de los intentos de suicidio, sino una mejora en el sistema de detección y reporte. Según el informe, los datos disponibles aún no permiten caracterizar de manera representativa los patrones epidemiológicos del intento de suicidio en el país.

A nivel global, más de 720,000 personas mueren por suicidio cada año, siendo la tercera causa de muerte entre personas de 15 a 29 años. En Argentina, la tasa de suicidios es de 9.8 por cada 100,000 habitantes, con variaciones significativas entre provincias. Río Negro destaca por tener la tasa más baja del país (5.1), gracias a estrategias preventivas integrales que incluyen la colaboración entre organismos estatales y organizaciones civiles.

Expertos como el doctor Enrique De Rosa enfatizan la importancia de hablar sobre el tema para activar alertas tempranas. El Ministerio de Salud recomienda fortalecer la formación de profesionales y desarrollar líneas telefónicas gratuitas para atención en crisis. Organizaciones como la Red Argentina de Suicidología subrayan la necesidad de un enfoque comunitario y multisectorial para la prevención.

El informe concluye que el suicidio es prevenible si se abordan sus múltiples determinantes de manera coordinada, destacando la importancia de reducir barreras de acceso y desestigmatizar el sufrimiento mental. La detección precoz y la atención oportuna son claves para reducir la incidencia de suicidios, especialmente en los grupos más vulnerables como adolescentes y personas mayores.