Las negociaciones entre el sindicalismo y el peronismo bonaerense se intensifican a días del cierre de listas para las elecciones nacionales. Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, prometió un lugar en la boleta de Fuerza Patria para un representante de la CGT, lo que desató una serie de movimientos internos y tensiones entre los principales actores gremiales y políticos.

En la reciente reunión con dirigentes sindicales, Kicillof ofreció el cupo a la CGT, generando expectativas sobre quién ocuparía ese espacio. Héctor Daer, uno de los líderes cegetistas, fue inicialmente mencionado como posible candidato, pero descartó públicamente su interés en renovar su rol legislativo. "No tengo intención de ocupar ese puesto", afirmó Daer, según fuentes gremiales. Ante este escenario, Hugo Moyano, jefe del Sindicato de Camioneros, se movió rápidamente para promover a su hijo Hugo Antonio Moyano, conocido como "Huguito", como candidato a diputado nacional. Además, Moyano impulsa a otro de sus hijos, Jerónimo, para la Secretaría de Juventud de la CGT, consolidando así su influencia en dos frentes clave.

La interna sindical se agudiza por el reparto de candidaturas entre los sectores de Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Cristina busca designar a la mayoría de la lista, incluyendo a Sergio Palazzo y Abel Furlán, mientras que Massa evalúa impulsar a Omar Plaini o Carlos Acuña hijo. El acuerdo entre los líderes de Fuerza Patria es fundamental para evitar que la representación sindical en el Congreso siga disminuyendo, ya que actualmente solo hay 10 diputados de origen gremial y 5 dejarán su banca en diciembre.

El movimiento de Moyano podría facilitar la llegada de Daniel Vila, del gremio de Carga y Descarga, a la conducción de la CGT, en un acuerdo que consolidaría la alianza entre los sectores sindicales. Sin embargo, persisten dudas sobre si Kicillof aceptará llevar el apellido Moyano en su boleta, dada la sensibilidad política del tema.

Dirigentes gremiales advierten que las próximas 48 horas serán decisivas para definir el futuro de la representación sindical en el Congreso y la CGT. Analistas consideran que la estrategia de Moyano busca asegurar poder político y sindical simultáneamente, en un contexto de fragmentación interna y baja representación legislativa. El desenlace de estas negociaciones marcará el rumbo del sindicalismo peronista en la próxima etapa política argentina.