El próximo 7 de mayo, el Vaticano será escenario de un evento histórico: el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril. Entre los 133 cardenales electores, destaca la figura de Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero, como uno de los posibles candidatos a liderar la Iglesia Católica.

Bokalic, de 71 años, fue designado cardenal en 2024 por el propio Francisco, quien también lo nombró arzobispo y primado de Argentina. Su trayectoria pastoral ha estado marcada por un fuerte compromiso con las comunidades vulnerables y una visión progresista que resuena con el legado del papa fallecido. "Lo que nos ha dejado el papa Francisco es muy claro: una Iglesia cercana a las periferias y comprometida con los pobres", afirmó Bokalic tras el funeral de Francisco.

El cónclave, que se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, reunirá a cardenales de todo el mundo en un proceso de votación cerrado que podría extenderse por varios días. En caso de que no se alcance un consenso en la primera votación, los cardenales continuarán deliberando hasta elegir al nuevo pontífice. La presencia de cuatro cardenales argentinos, incluido Bokalic, refuerza la relevancia de Argentina en este proceso.

Nacido en Buenos Aires, Bokalic ingresó a la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón en 1970 y fue ordenado sacerdote en 1978. Desde 2013, ha liderado la diócesis de Santiago del Estero, una de las regiones más pobres de Argentina, donde ha promovido iniciativas sociales y religiosas en línea con la visión reformista de Francisco. En 2024, la diócesis fue elevada a arquidiócesis, consolidando su importancia dentro de la Iglesia argentina.

Medios internacionales han señalado a Bokalic como un "papable" inesperado, destacando su perfil progresista y su experiencia en contextos de pobreza. Aunque no figura entre los favoritos, su cercanía con el legado de Francisco podría atraer votos de cardenales que buscan continuidad en la dirección de la Iglesia.

La comunidad de Santiago del Estero observa con orgullo y expectativa la posibilidad de que un arzobispo local alcance el papado. "¿Santiago del Estero puede soñar con un Santo Padre con profundas raíces en su provincia?", se preguntan los fieles, mientras el mundo espera el resultado del cónclave.

El próximo líder de la Iglesia Católica enfrentará el desafío de mantener la unidad en un contexto global complejo, y figuras como Bokalic representan una opción que combina experiencia pastoral y compromiso social. El 7 de mayo, todas las miradas estarán puestas en el Vaticano, donde se definirá el futuro de la Iglesia.