La LXVI Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común y la Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados se celebrará los días 2 y 3 de julio en el Palacio San Martín de Buenos Aires, con el presidente argentino Javier Milei como anfitrión. El evento reunirá a los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como a delegaciones de Bolivia, Chile y otros países asociados, en un contexto marcado por tensiones políticas y expectativas sobre el futuro del bloque regional.

La cumbre cobra especial relevancia debido a la presencia confirmada del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien, según trascendidos, planea mantener una reunión privada con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, actualmente bajo prisión domiciliaria. Este posible encuentro añade un componente político significativo, dada la histórica relación entre ambos líderes y el momento de alta visibilidad internacional para la región.

Durante la presidencia pro tempore de Milei, el Mercosur ha experimentado un clima de fricciones, especialmente por las diferencias ideológicas y personales entre Milei y Lula. El mandatario argentino ha impulsado una agenda de flexibilización de regulaciones y apertura comercial, buscando acuerdos estratégicos con Estados Unidos y promoviendo la reducción de asimetrías entre los países miembros. "El Gobierno argentino buscará impulsar debates sobre flexibilización comercial, reducción de asimetrías y acuerdos estratégicos con Estados Unidos, en línea con su programa de apertura económica", señalaron fuentes oficiales.

La agenda de la cumbre incluye el fortalecimiento del bloque, la profundización de la integración regional y la negociación de acuerdos comerciales con otros bloques internacionales. La posible visita de Lula a Cristina Kirchner es interpretada por analistas como un gesto de respaldo político, que podría reinstalar a la ex mandataria en el centro de la escena regional.

El desarrollo de la cumbre será observado de cerca por la comunidad internacional, ya que sus resultados podrían definir el rumbo del Mercosur y su papel en la política y economía sudamericanas en los próximos años.