En Tucumán, la ex presidenta Cristina Kirchner ha convocado una cumbre política que podría tener un impacto significativo en el peronismo nacional. La reunión, que se llevará a cabo esta semana, tiene como objetivo definir candidaturas en un contexto de tensiones internas dentro del partido.

Cristina Kirchner planea reunirse con Juan Manzur, quien busca conformar una lista opositora al gobernador Osvaldo Jaldo. Este último, alineado con el líder libertario Javier Milei, enfrenta divisiones internas que podrían debilitar al peronismo en la provincia. Manzur estará acompañado por Javier Noguera, ex intendente de Tafí Viejo, quien es su candidato para encabezar la lista de diputados nacionales.

Por su parte, Jaldo ha intentado evitar la fragmentación del peronismo tucumano. En un esfuerzo por alcanzar un acuerdo electoral, envió a su vicegobernador, Miguel Acevedo, a negociar con el sector de Manzur. Sin embargo, las conversaciones no prosperaron, y el riesgo de una división interna persiste. Esta situación recuerda lo ocurrido en Santa Fe, donde la fragmentación debilitó al partido en las elecciones.

La estrategia de Jaldo se centra en captar el voto promileista dentro del peronismo, mientras que Manzur busca atraer el voto antimileista. "Suerte con eso", ironizan en el sector de Manzur, donde consideran que una derrota de Jaldo podría fortalecer su posición de cara a las elecciones de 2027. A pesar de las tensiones, algunos sectores del peronismo no descartan la posibilidad de unificar fuerzas después de las elecciones.

Además de las divisiones internas, el peronismo enfrenta la competencia de los libertarios, liderados por Lisandro Catalán, quienes han ganado terreno en la provincia. Esta nueva dinámica añade un desafío adicional para el partido, que corre el riesgo de perder fuerza en Tucumán.

Analistas políticos advierten que la fragmentación del peronismo podría beneficiar a fuerzas opositoras, debilitando aún más su posición en el escenario nacional. Mientras tanto, los libertarios ven una oportunidad de consolidarse como una fuerza política relevante en la provincia.

La situación en Tucumán es un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrenta el peronismo a nivel nacional, con implicaciones que podrían extenderse más allá de las fronteras provinciales. El desenlace de esta cumbre y las elecciones subsiguientes serán clave para definir el futuro del partido en la región y en el país.