El Gobierno argentino evalúa la implementación de un nuevo plan canje para autos, con el objetivo de renovar el parque automotor nacional, que actualmente tiene una antigüedad promedio de 14,3 años. Esta cifra representa un retroceso respecto a 2023 y plantea desafíos en términos de seguridad vial y competitividad industrial. Según la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), para evitar que el envejecimiento del parque automotor se profundice, sería necesario vender 1,1 millones de vehículos 0km por año. Sin embargo, las proyecciones para 2025 estiman la venta de unas 650.000 unidades, lo que deja al país un 40% por debajo del objetivo mínimo.

La iniciativa que estudia el Gobierno busca incentivar la entrega de autos usados a cambio de beneficios para la compra de vehículos nuevos, sin recurrir a subsidios estatales directos. "Hay que generar la necesidad. El mercado automotor es como un embudo que se está llenando porque además de un flujo natural más lento, el embudo está casi obstruido. El modo de destaparlo es haciendo posible que los usuarios descarten el auto viejo y puedan pasar a uno más nuevo", explicó una fuente vinculada al sector. Para facilitar este proceso, se amplió el número de autopartes que los desarmaderos habilitados pueden recuperar, pasando de 30 a 142, lo que permite aumentar el valor de los autos descartados.

Experiencias previas de plan canje en Argentina, como las de 1995 y 1999, ofrecieron descuentos y beneficios fiscales para quienes entregaban autos antiguos. Sin embargo, analistas como Damián Di Pace señalan que el Estado actual no podría asumir el mismo nivel de subsidios que en el pasado. "Sobre un precio de 0 kilómetro, el 54,8% queda en manos del Estado. Al Estado le conviene porque vuelve a recobrar mucho más del incentivo que te dio, lo cual es un incentivo para estimular la venta", explicó Di Pace, comparando la carga impositiva local con la de otros países.

El sector automotriz enfrenta además dificultades por los altos precios y las tasas de interés elevadas, que limitan el acceso al crédito. Martin Galdeano, presidente de Ford Argentina, destacó que para alcanzar un volumen de ventas cercano a 1,2 millones de unidades, la financiación debería cubrir el 90% de los vehículos vendidos, muy por encima del 50% actual. Frente a estas limitaciones, el Gobierno estudia alternativas como la exención de aranceles para autos híbridos y eléctricos, y el uso de certificados de desguace como parte de pago.

La medida, que aún se encuentra en etapa de análisis, podría implementarse el próximo año y se enmarca en una política de equilibrio fiscal y apertura comercial. Empresarios y analistas coinciden en que el plan canje podría dinamizar sectores industriales y contribuir a la modernización del parque automotor argentino.