Matías Bottoni, el joven nadador rosarino de 17 años que sufrió una grave lesión cervical durante una competencia en Buenos Aires, fue trasladado este jueves al Centro Integral de Rehabilitación APREPA, en San Jerónimo Sud, Santa Fe, tras una serie de denuncias de su familia por deficiencias en la atención recibida en el Instituto Fleni de Escobar.

El accidente ocurrió el 10 de mayo durante el Campeonato Nacional de Natación en el Parque Roca, cuando otro nadador se cruzó en su andarivel y provocó un choque que dejó a Matías inmovilizado en el agua. Fue rescatado por una compañera y trasladado de urgencia al Hospital Italiano, donde fue operado con éxito. Posteriormente, fue derivado al Fleni para iniciar su rehabilitación.

Sin embargo, la familia Bottoni denunció problemas edilicios, falta de insumos adecuados, atención psicológica insuficiente y una infección intrahospitalaria que obligó a pausar la rehabilitación. Luciano Bottoni, padre de Matías, relató: “Pensé que me iba a encontrar con otra cosa, totalmente distinta por el precio que te cobran. Me desilusioné completamente. Voy a pelear para que Matías tenga lo mejor y esto no es lo mejor”.

La familia organizó una colecta solidaria para afrontar los altos costos del tratamiento, que supera el millón de pesos diarios. Ante la falta de respuestas satisfactorias por parte de Fleni, decidieron trasladar a Matías a APREPA, un centro especializado en rehabilitación neurológica y traumatológica, ubicado a 25 minutos de Rosario. El traslado se realizó el 6 de junio, acompañado por personal médico.

Desde Fleni, la institución defendió la calidad de sus instalaciones y su equipo interdisciplinario, y se mostró abierta al diálogo para resolver la situación. “La calidad, la seguridad y el bienestar de los pacientes son nuestra prioridad”, afirmaron en un comunicado.

Matías, que aún enfrenta un largo proceso de recuperación, mostró leves signos de mejoría y agradeció el apoyo recibido: “Quería comunicar que sus mensajes me llegan y me hacen muy bien. Gracias a eso puedo afrontar este desafío de una forma más amena”.

El caso generó una ola de solidaridad en la comunidad deportiva y entre sus amigos, quienes continúan impulsando campañas de apoyo. La familia, por su parte, sigue luchando para que Matías reciba la mejor atención posible, mientras se adapta a los desafíos económicos y logísticos que implica su rehabilitación a largo plazo.