El presidente Javier Milei volvió a generar polémica tras compartir en su cuenta oficial de X un video que compara el estado de las rutas en el cruce fronterizo entre Chile y Argentina. En la grabación, se observa una ruta asfaltada y señalizada del lado chileno y un camino de ripio en territorio argentino, lo que el mandatario utilizó para criticar duramente a la Dirección Nacional de Vialidad y justificar su cierre. “Esto es lo que defienden aquellos que defienden Vialidad… cómplices del choreo o imbéciles…”, escribió Milei, reforzando su postura contra la obra pública estatal.

Sin embargo, la publicación fue rápidamente desmentida por trabajadores y gremios del sector, quienes aclararon que el camino mostrado corresponde a la Ruta Provincial 30 de Santa Cruz, bajo jurisdicción del gobierno provincial y no de Vialidad Nacional. Desde la cuenta @somosstv, representantes de los trabajadores de Vialidad respondieron: “Una vez más @JMilei manipula. El ingreso por ese paso es a una ruta provincial, no es una ruta nacional. Al militonto LLA de Hugo se lo puede entender. ¿Pero usted, Presidente? No, es deplorable”.

El episodio se produce en medio de la decisión oficial de disolver la Dirección Nacional de Vialidad, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial, medida que implica el traspaso de funciones a la Secretaría de Transporte y el despido de miles de trabajadores. El gobierno justifica la medida como parte de un plan de reorganización estatal y lucha contra la corrupción, mientras que gremios, cámaras de la construcción y expertos advierten sobre el impacto negativo en la infraestructura y la seguridad vial.

Vialidad Nacional, con más de 90 años de historia y responsable del mantenimiento de más de 40.000 kilómetros de rutas, deja un vacío en la gestión de la conectividad territorial. El cierre enfrenta posibles recursos judiciales y gremiales, y reaviva el debate sobre el modelo de financiamiento y gestión de la obra pública en Argentina. Mientras tanto, la controversia por el uso de información errónea en la comunicación presidencial expone la tensión entre el gobierno y los organismos técnicos encargados de la infraestructura estatal.