El peronismo presentó en el Congreso un proyecto de contrarreforma laboral que busca confrontar la iniciativa de modernización impulsada por el gobierno de Javier Milei. La propuesta, elaborada por el Partido Justicialista (PJ) con el respaldo de sindicatos como la CGT y la CTA, y el aval de Cristina Fernández de Kirchner, apunta a instalar un modelo alternativo de regulación del trabajo en la Argentina.

Entre los puntos centrales del proyecto se destaca la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil, que según el PJ debe cubrir el costo de la canasta básica total. Actualmente, el salario mínimo se ubica muy por debajo de ese umbral, lo que, según los impulsores de la iniciativa, evidencia el deterioro de los ingresos de los trabajadores. Además, la propuesta exige que los salarios sean abonados íntegramente en dinero, excluyendo la posibilidad de pagos en especie, como contempla la reforma oficialista.

Otro eje fundamental es la reducción de la jornada laboral semanal de 48 a 42 horas, con la meta de alcanzar las 40 horas en el mediano plazo. El proyecto argumenta que los avances tecnológicos permiten reorganizar el trabajo y reducir la carga sin afectar la producción. Asimismo, se amplía la licencia por paternidad de los actuales dos días a 90, igualando la cobertura con la licencia materna y extendiendo estos beneficios a los monotributistas, con financiamiento estatal.

La regulación del trabajo en plataformas digitales también ocupa un lugar destacado. El peronismo propone garantizar derechos laborales, negociación colectiva y condiciones de seguridad e higiene para repartidores y choferes de aplicaciones, en contraste con la figura de "repartidor independiente" que impulsa el Gobierno.

El proyecto incluye la creación de comités mixtos de seguridad e higiene en empresas de más de 50 empleados, integrados por representantes sindicales y empresariales, y técnicos en salud mental. Además, se establece el derecho a la desconexión digital y la compensación por comunicaciones fuera de horario laboral.

La iniciativa opositora rechaza el Fondo de Asistencia Laboral propuesto por el Ejecutivo, al considerar que afectaría la seguridad social y el financiamiento jubilatorio. "No existe que las leyes, en sí mismas, generen empleo. El empleo se crea o se destruye por el modelo económico", afirmó la diputada Vanesa Siley, una de las impulsoras del proyecto.

El debate sobre la reforma laboral se da en un contexto de fuerte tensión política y movilización sindical, y anticipa una confrontación de modelos en el Congreso Nacional. El desenlace de esta disputa será clave para definir la estructura laboral y social de la Argentina en los próximos años.