La relación entre el Gobierno nacional y los gobernadores provinciales atraviesa uno de sus momentos más críticos, en el marco de la discusión por la distribución de fondos y la aprobación de leyes clave en el Congreso. Este jueves, la Exposición Rural de Buenos Aires será escenario de un encuentro protocolar entre mandatarios provinciales y funcionarios nacionales, aunque sin perspectivas de diálogo formal ni negociaciones concretas.

La convocatoria, organizada por la Sociedad Rural, ha generado expectativas sobre una posible distensión en el clima político, especialmente después de que el Senado aprobara proyectos impulsados tanto por la oposición como por los gobernadores. Sin embargo, desde la Casa Rosada se insiste en que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, solo participará en el acto inaugural y no mantendrá reuniones formales con los gobernadores. "No creo que sea el momento de conversar sobre las leyes que estamos cuestionando. Es un acto protocolar, entramos, cortamos la cinta y nada más", afirmó Francos en declaraciones radiales.

Entre los gobernadores que confirmaron su presencia se encuentran Osvaldo Jaldo (Tucumán), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca), mientras que otros mantienen dudas o han descartado asistir. La convocatoria de la Sociedad Rural, inédita en este contexto, busca ser un ámbito de contacto cerrado, aunque la entidad rechaza cualquier interpretación política del evento.

El trasfondo de la tensión radica en la reciente aprobación en el Senado de tres leyes impulsadas por la oposición dura (recomposición de jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad) y dos proyectos promovidos por los gobernadores (distribución de ATN y cambios en el impuesto a los combustibles líquidos). El Gobierno ha anunciado que vetará todas las iniciativas que, a su juicio, afecten el equilibrio fiscal, postura que ha sido reiterada por Francos y otros funcionarios. "Todo lo que afecte el equilibrio fiscal, la base por la cual se estructura la política económica del Gobierno, será vetado", sostuvo el jefe de Gabinete.

Los gobernadores, por su parte, insisten en que sus propuestas tienen un impacto fiscal mínimo (0,11% del PBI) y reclaman recursos que consideran propios, destinados a obras y emergencias provinciales. Además, critican la falta de inversión en infraestructura vial y la disolución de Vialidad Nacional, señalando el deterioro de rutas y servicios.

En este escenario, la confrontación entre Nación y provincias se ha intensificado, con ambos bloques midiendo fuerzas en el Congreso y en la opinión pública. El sector agropecuario, representado por la Mesa de Enlace, ha manifestado su apoyo a la baja de retenciones, una promesa reiterada por el presidente Milei, aunque sin avances concretos hasta el momento.

La falta de diálogo formal y la amenaza de vetos presidenciales auguran semanas de alta tensión política, mientras los gobernadores buscan activar el tratamiento urgente de sus proyectos en Diputados y el Gobierno apuesta a blindar su política fiscal. El desenlace de esta disputa será clave para el futuro de la relación entre Nación y provincias, así como para la estabilidad política y económica del país.