La renuncia de José Luis Espert a la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, así como a su candidatura como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, sacudió el escenario político argentino a menos de tres semanas de las elecciones legislativas. La decisión se produjo tras la difusión de acusaciones sobre presuntos vínculos con el empresario Federico "Fred" Machado, investigado en Estados Unidos por actividades relacionadas con el narcotráfico.

La presión sobre Espert se intensificó luego de que el dirigente social Juan Grabois presentara una denuncia judicial, respaldada por documentos que sugerían un giro de US$200.000 desde Machado a Espert. Legisladores de distintos bloques, como Oscar Zago y Rogelio Iparraguirre, reclamaron públicamente su remoción, argumentando que la conducción de una de las comisiones más importantes del Congreso no podía recaer en alguien bajo sospecha judicial. "La comisión de Presupuesto no puede estar conducida por alguien que debe preocuparse por su situación judicial", afirmó Zago, mientras Iparraguirre lo acusó de representar "la peor cara de la vieja política" y de votar sistemáticamente en contra de sectores vulnerables.

El gobierno, consciente del impacto negativo en la campaña de La Libertad Avanza y en la discusión del Presupuesto 2026, decidió aceptar la renuncia de Espert para evitar una crisis mayor en el Congreso. El presidente Javier Milei, aunque defendió la honorabilidad de Espert, reconoció que la situación era "insostenible" y que la campaña se veía seriamente afectada. "Se estaba discutiendo si estábamos manchados o no, y eso era una locura", declaró Milei en una entrevista televisiva.

Diego Santilli, dirigente de Pro, fue señalado por Milei como el candidato para reemplazar a Espert, aunque la decisión final depende de la Justicia Electoral, que debe aplicar los criterios de paridad de género y orden de lista. Santilli expresó su compromiso con la campaña y aseguró que "dejará el alma" para defender el rumbo político y frenar a quienes, según él, buscan desestabilizar el país.

El episodio ocurre en un contexto de alta polarización política y desconfianza institucional, con la Comisión de Presupuesto en el centro del debate económico nacional. La renuncia de Espert se suma a una serie de escándalos recientes que han marcado la agenda política argentina, poniendo en evidencia la fragilidad de las alianzas y la importancia de la transparencia en la gestión pública. El oficialismo busca ahora recuperar estabilidad y credibilidad ante un electorado cada vez más exigente y atento a los acontecimientos.