Las elecciones provinciales de Corrientes, programadas para el 31 de agosto, se perfilan como una de las más disputadas de los últimos años. El actual gobernador, Gustavo Valdés, de la Unión Cívica Radical, no puede presentarse a la reelección y ha impulsado la candidatura de su hermano, Juan Pablo Valdés, como representante de la alianza oficialista Vamos Corrientes. La fórmula se completa con Pedro Braillard Poccard, actual vicegobernador y figura histórica del radicalismo local.

El cierre de listas evidenció profundas fracturas en el oficialismo, con antiguos aliados de Valdés, como el exgobernador Ricardo Colombi, presentando candidaturas propias y sumando a sectores disidentes del peronismo. "No saben lo que significa esta enorme responsabilidad. Esto es para mí un paso muy importante en mi vida y un orgullo ser el representante de la candidatura a gobernador de este gran espacio", expresó Juan Pablo Valdés durante el acto de lanzamiento.

Por su parte, el peronismo logró un acuerdo de unidad entre el kirchnerismo y el massismo, postulando al intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, bajo la consigna “Limpiar Corrientes”. Cristina Kirchner viajó a la provincia para respaldar la candidatura, mientras Ascúa denunció “la corrupción del gobierno actual” y prometió “terminar con la mafia”.

La Libertad Avanza, alineada con el presidente Javier Milei, presenta como candidato a Lisandro Almirón, quien centra su campaña en la lucha contra la “casta” y la reducción de impuestos. "No tengo duda de que vamos a ser gobierno. Con Javier Milei podemos ganar Corrientes", afirmó Almirón, aunque parte con menor nivel de conocimiento en la provincia.

El escenario se complejizó tras el fracaso de un acuerdo entre el oficialismo provincial y LLA, lo que profundizó la fragmentación política. Valdés, en su discurso, marcó distancia del gobierno nacional y enfatizó la importancia de una gestión con foco social y autonomía política: “Nosotros no injuriamos, no puteamos, no calumniamos. Trabajamos para esa mujer que no tiene nada en el pueblo, para las personas que carecen de recursos y derechos”.

El resultado de estos comicios será observado a nivel nacional, ya que Corrientes se convierte en un laboratorio de las nuevas dinámicas políticas argentinas, con alianzas reconfiguradas y la irrupción de fuerzas emergentes. El desenlace podría anticipar tendencias para las próximas elecciones nacionales y redefinir el mapa político del país.