La ciudad de Río Tercero, en la provincia de Córdoba, atraviesa una de sus peores crisis laborales tras el anuncio de más de 120 despidos en la planta de Petroquímica Río Tercero. La medida, confirmada por el intendente Marcos Ferrer y denunciada por el sindicato químico y petroquímico, llevó a un paro total de actividades, bloqueos en el acceso al polo químico y una fuerte presencia policial en la zona industrial.

Desde la madrugada del lunes, la fábrica fue militarizada, según relataron trabajadores y dirigentes gremiales. “Infantería desde el lado de adentro de los portones y del lado de afuera la policía de la ciudad y de la provincia”, describió Lucas Felici, secretario gremial del sindicato, quien además denunció que la empresa no cumplió con acuerdos previos y adeuda salarios de junio. “Estamos bajo el derecho de huelga, sin entender por qué se están realizando despidos sin previa comunicación”, afirmó Felici, quien calificó la situación como una “masacre laboral y económica”.

El conflicto se suma a una serie de despidos que, desde octubre de 2024, ya superan los 250 trabajadores, afectando a una población de 45.000 habitantes y generando un fuerte impacto en la economía local. El intendente Ferrer expresó su preocupación por las familias afectadas, aunque aclaró que se trata de un conflicto entre privados y que la municipalidad tiene un margen de acción limitado. “Como si cierra un comercio, nada más que la envergadura es otra”, ejemplificó Ferrer, quien además pidió al gremio no involucrar a otras empresas del polo químico, como Atanor, que se encuentra en proceso de expansión y exportación.

El sindicato, por su parte, denuncia que detrás de los despidos hay un intento de flexibilización laboral y ruptura de convenios colectivos, en un contexto nacional de reformas laborales. La falta de comunicación oficial por parte de la empresa y la incertidumbre sobre el futuro de la planta alimentan la tensión social y política en la ciudad.

Mientras tanto, la comunidad de Río Tercero observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, temiendo por el futuro del empleo y la economía regional. El conflicto sigue abierto y se esperan definiciones en los próximos días, tanto desde la empresa como de las autoridades provinciales y nacionales.