Carrefour, la cadena francesa de supermercados con 43 años de presencia en Argentina, ha iniciado un proceso de venta o asociación para su filial local, generando incertidumbre sobre el futuro de sus 17.000 empleados y 680 sucursales en todo el país. La compañía encargó al Deutsche Bank la valuación de sus activos y la búsqueda de potenciales compradores, en el marco de una revisión estratégica global que prioriza mercados considerados centrales, como Francia, España y Brasil.

La decisión de Carrefour se produce en un contexto de creciente desinversión extranjera en Argentina, donde otras multinacionales como HSBC, Telecom y Mercedes Benz también han reducido o abandonado sus operaciones recientemente. Si bien la filial argentina de Carrefour es rentable y líder en el sector supermercadista, la empresa enfrenta desde 2018 una serie de desafíos, incluyendo crisis económicas, cierres de sucursales y una creciente competencia de la economía informal, que afecta especialmente a los rubros de alimentos y limpieza.

El proceso de venta podría extenderse durante varios meses y no necesariamente implicará el retiro total de la marca del país. Entre los interesados en adquirir la operación figuran fondos de inversión como Inverlat, conocido por su control de Havanna y otras empresas, así como empresarios locales vinculados a Newsan y Mercado Libre. El sector supermercadista observa con preocupación el impacto potencial en el empleo y la economía formal, dado que Carrefour es uno de los principales empleadores privados del país.

Analistas coinciden en que la decisión de la casa matriz responde más a una estrategia global de concentración en mercados prioritarios que a problemas específicos de la filial argentina. Sin embargo, factores locales como la presión impositiva, la alta informalidad y la inestabilidad macroeconómica han influido en el contexto de la decisión. El gobierno, por su parte, sostiene que la salida de empresas extranjeras es compensada por nuevas inversiones, aunque los datos oficiales muestran un saldo negativo en la inversión extranjera directa durante el último año.

El futuro de Carrefour en Argentina dependerá de las negociaciones en curso y de la capacidad de los potenciales compradores para sostener la operación y el empleo. Mientras tanto, el caso reabre el debate sobre el clima de negocios en el país y la necesidad de reformas estructurales para atraer y retener inversiones.