El presidente argentino Javier Milei llegó a Roma para participar en el funeral del papa Francisco, un evento que reunió a líderes mundiales y marcó un momento histórico para la Iglesia Católica. La ceremonia se llevó a cabo en la Basílica de San Pedro, donde se congregaron alrededor de 200,000 personas para despedir al pontífice argentino. Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas como el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el expresidente estadounidense Donald Trump.

Milei, quien viajó acompañado de una comitiva oficial que incluyó a su hermana Karina Milei y a varios ministros, llegó tarde a la capilla ardiente debido a un evento previo en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade). A pesar de su llegada tardía, el mandatario expresó su respeto hacia el papa Francisco, a quien calificó como "el argentino más importante de la historia". Este gesto marcó un cambio en su postura, ya que en el pasado había criticado duramente al pontífice.

Durante su estadía en Roma, Milei se hospedó en el InterContinental Rome Ambasciatori Palace, un hotel que ya había utilizado en visitas anteriores. Además de asistir al funeral, el presidente recibió el Premio Milton Friedman 2024, otorgado por la organización Students for Liberty Italia y el diario Il Tempo. Este reconocimiento subrayó su agenda económica y política en el ámbito internacional.

La ceremonia fúnebre, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, incluyó ritos tradicionales y marcó el inicio de los "Novendiali", un período de nueve días de misas en homenaje al papa Francisco. Posteriormente, el féretro será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor para su sepultura.

En redes sociales, Milei generó controversia al criticar al periodismo argentino, calificándolo de "bruto" por enfocarse en temas de menor relevancia. Estas declaraciones contrastaron con el tono solemne de su participación en el funeral.

La representación argentina en el evento fue limitada, con la ausencia de figuras políticas de peso como el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quienes optaron por actividades conmemorativas locales. Esta decisión generó debates sobre la importancia de la representación nacional en eventos internacionales de esta magnitud.

El papa Francisco, nacido Jorge Bergoglio, dejó un legado significativo tanto en la Iglesia Católica como en la política global. Su fallecimiento marcó el fin de una era y abrió un período de reflexión sobre su impacto en el mundo. La participación de Milei en el funeral, aunque controvertida, subrayó la relevancia del pontífice como una figura histórica para Argentina y el mundo.