El clima en la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana (AMBA) experimenta una transición tras una semana marcada por niebla y frío intenso. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se esperan lluvias leves y aisladas para el jueves 10 de julio, principalmente durante la noche, con probabilidades que oscilan entre el 10% y el 40%. Esta situación no implica alertas meteorológicas graves para la región, aunque el noroeste de la provincia de Buenos Aires permanece bajo alerta amarilla por tormentas de variada intensidad.

Durante el miércoles 9 de julio, la niebla y la nubosidad dominaron el panorama climático, complicando las salidas desde Aeroparque y Ezeiza y afectando la visibilidad en rutas y aeropuertos. El SMN anticipa que este fenómeno disminuirá, dando paso a precipitaciones que, si bien no serán de gran intensidad ni se extenderán por mucho tiempo, podrían acumular entre 30 y 55 mm en algunas zonas. Además, existe la posibilidad de granizo y actividad eléctrica en áreas puntuales del noroeste bonaerense.

Las temperaturas se mantendrán en rangos considerados agradables para la época, con mínimas entre 9 y 11°C y máximas que alcanzarán los 13 a 16°C. "No hay informadas alertas meteorológicas para la zona del AMBA y, por ahora, solo se esperan lluvias leves", informó Minutouno, mientras que Lanacion destacó que "la primera ola polar quedó atrás" y que los valores térmicos serán más amables en los próximos días.

El pronóstico trimestral del SMN indica que no se esperan nuevas olas polares significativas en lo que resta del invierno, y que las precipitaciones serán normales, con ligeras variaciones en distintas regiones del país. Las lluvias y neblinas son fenómenos habituales en esta época, aunque la intensidad y frecuencia pueden variar año a año.

Ante este panorama, se recomienda a los usuarios y viajeros estar atentos a los informes meteorológicos, especialmente en lo que respecta a la visibilidad en rutas y aeropuertos. El clima continuará con nubosidad variable y temperaturas estables, sin previsión de eventos extremos en el corto plazo.