En Buenos Aires, el peronismo y una amplia gama de organizaciones sociales y sindicales se preparan para una masiva movilización en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, tras la confirmación de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua en la causa Vialidad. La marcha, convocada bajo el lema “Argentina con Cristina”, partirá desde el barrio de Constitución y recorrerá cerca de cinco kilómetros hasta los tribunales de Comodoro Py, donde la exmandataria debe notificarse formalmente de la sentencia.

La convocatoria, que se espera reúna a cientos de miles de personas, cuenta con el respaldo de la Confederación General del Trabajo (CGT), gobernadores peronistas, intendentes del conurbano bonaerense y organismos de derechos humanos como Madres de Plaza de Mayo y el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel. “Vamos a acompañarla a hacer el trámite necesario y volvemos con ella a su casa”, explicó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, reflejando el espíritu de la movilización.

El operativo de seguridad, coordinado entre el Gobierno nacional y la Ciudad, prevé la presencia de fuerzas federales y la cobertura de puntos estratégicos para evitar incidentes. El Tribunal Oral Federal N°2, encargado de la ejecución de la pena, aún debe decidir si Cristina Kirchner cumplirá prisión domiciliaria, mientras que el Gobierno busca que la notificación se realice de forma virtual para evitar la concentración masiva.

La movilización es interpretada por sus organizadores como una muestra de fuerza y unidad del peronismo, así como una presión política sobre el Poder Judicial. “La condena contra Cristina no solo significa una grave violación de derechos fundamentales, sino que pone en riesgo todo el pacto civilizatorio que esta sociedad celebró hace 40 años”, sostuvo Eduardo Tavani, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

En paralelo, la CGT y los gremios debaten la posibilidad de un paro general, mientras que los gobernadores de Unión por la Patria se reúnen para definir una estrategia común. El Gobierno de Javier Milei observa con preocupación la magnitud de la protesta y busca minimizar su impacto mediático internacional.

El trasfondo de la movilización es la disputa por el liderazgo del peronismo y la defensa de la figura de Cristina Kirchner, en un contexto de fuerte polarización política y cuestionamientos al accionar judicial. El desenlace de la jornada podría tener implicancias en la dinámica política y social de las próximas semanas.