Javier Milei fue elegido como el personaje más destacado de América Latina en 2025 por el Grupo de Diarios de América, reflejando el impacto de su gestión en Argentina. Tras un contundente triunfo electoral, Milei consolidó su liderazgo y el de su partido, La Libertad Avanza, en el Congreso, lo que le permitió avanzar con reformas profundas en la economía y el Estado.

El gobierno implementó un severo ajuste fiscal, reduciendo el gasto público, eliminando organismos estatales y recortando fondos en áreas como ciencia, obra pública y asistencia social. Estas medidas permitieron una notable baja de la inflación anual, que pasó de 211% a cerca de 30%, y una reducción significativa del riesgo país, que cayó de 2600 a 600 puntos. Además, se promovieron reformas laboral y tributaria, con el objetivo de dinamizar el mercado de trabajo y mejorar la competitividad, aunque generaron resistencia entre pymes y sindicatos.

La reforma laboral, que incluye la creación de un fondo de cese similar al de la construcción, ha sido recibida con escepticismo por parte de empresarios y trabajadores, quienes advierten sobre el impacto en el empleo y la producción. Por otro lado, el desfinanciamiento de la ciencia básica y la Agencia Nacional de Investigación ha generado preocupación en la comunidad científica, ante la posibilidad de una fuga de talentos y la pérdida de capacidades estratégicas para el país.

Sectores como la energía, la minería y el agro han resultado beneficiados por la apertura y la reducción de retenciones, mientras que la industria manufacturera y la construcción enfrentan dificultades por la caída de la demanda y la falta de inversión pública. El gobierno también vetó leyes de discapacidad y enfrentó críticas por la reducción de derechos sociales, defendiendo la necesidad de achicar el Estado para impulsar el desarrollo.

El contexto internacional, marcado por el apoyo de Estados Unidos y acuerdos con el FMI, ha sido clave para la estabilidad financiera argentina. Sin embargo, persisten desafíos en la acumulación de reservas y el crecimiento económico, con riesgos de fragilidad ante futuras elecciones. La sociedad argentina, agotada tras años de crisis, demanda mejoras materiales y sociales, mientras el debate político y económico se centra en el rumbo de las reformas y sus consecuencias a mediano plazo.

Economistas y analistas destacan la estabilización lograda por el gobierno, pero advierten sobre la falta de crecimiento y el impacto social de los recortes. Empresarios industriales y científicos critican la apertura y el desfinanciamiento, temiendo la pérdida de empleos y capacidades. El gobierno, por su parte, sostiene que la reducción del Estado es la vía para el desarrollo, mientras la oposición y sectores afectados alertan sobre el riesgo de exclusión y desigualdad. El rumbo de Milei marcará el debate hacia 2026, con posibles ajustes según el contexto internacional y electoral.