El presidente Javier Milei concluyó este sábado su gira internacional por Europa y Medio Oriente, emprendiendo el regreso a Buenos Aires tras una semana de intensas actividades diplomáticas y económicas. El mandatario viajó acompañado por su hermana Karina Milei y funcionarios de su gabinete, realizando una escala técnica en Gran Canaria antes de arribar a la Argentina cerca de la medianoche.

Durante su estadía en Madrid, Milei encabezó una reunión con destacados empresarios españoles en la residencia oficial del embajador argentino, Wenceslao Bunge. En el encuentro, el presidente reafirmó que el rumbo económico de su gobierno "no se negocia" y que se mantendrá firme en la senda del orden macroeconómico, la desregulación de los mercados y la generación de condiciones para el crecimiento. Según un comunicado oficial, los empresarios manifestaron su interés en participar del proceso de recuperación y transformación de la Argentina.

En paralelo, el embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, presentó sus cartas credenciales al presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, transmitiendo los saludos de Milei y reafirmando el compromiso de fortalecer la relación bilateral entre ambos países.

En el plano económico, el Gobierno anunció que utilizará el excedente de la última licitación de deuda para comprar bonos en dólares al Banco Central, una medida que apunta a reducir la deuda externa y fortalecer las reservas. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, detalló que el Tesoro ofrecerá comprar al BCRA sus tenencias de bonos AL30 y GD30 por un total de US$ 1.465 millones, con el objetivo de generar confianza en los mercados y bajar el riesgo país.

La gira de Milei se produce en un contexto de desafíos internos y externos para el Gobierno, que busca consolidar el equilibrio fiscal, atraer inversiones y fortalecer lazos internacionales. Si bien la relación con el gobierno español de Pedro Sánchez se mantiene distante, el Ejecutivo argentino apuesta al acercamiento con el sector privado y a la apertura de nuevos mercados. Analistas y empresarios coinciden en que la llegada de inversiones dependerá de la estabilidad y las garantías que pueda ofrecer el país en el corto y mediano plazo.