El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, expuso en la Universidad de San Andrés una serie de ejemplos que, según él, ilustran la corrupción estructural en Argentina. Durante su ponencia en un evento organizado por la Asociación Argentina de Ética y Compliance, Sturzenegger relató experiencias personales y criticó tanto al sector privado como a la legislación vigente, a la que calificó de promotora de privilegios y falta de competencia.

Entre los casos mencionados, Sturzenegger recordó un intento de soborno recibido en sus primeros días como presidente del Banco Ciudad en 2008. "Me ofrecían US$20.000 por mes para mantener a una empresa como proveedora. No acepté y logré que el directorio licitara el servicio, lo que redujo el costo a una quinta parte", relató. También denunció acuerdos entre los principales bancos para limitar la oferta de cuotas sin interés, enfrentando presiones y amenazas de represalias cuando intentó romper ese consenso.

El ministro sostuvo que "las reglas no alcanzan" y que la complicidad del sector privado es un factor clave en la perpetuación de prácticas corruptas. Además, criticó leyes como la de obras públicas, vigente desde hace 78 años, que según él institucionalizan la corrupción al asignar obras sin competencia real. "En la ley estaba legislada la corrupción", afirmó.

Sturzenegger también señaló la intervención judicial como un obstáculo recurrente a las reformas. Citó como ejemplo la imposibilidad de avanzar con la venta online de medicamentos debido a medidas cautelares, así como la resistencia a eliminar contribuciones obligatorias a cámaras empresarias y privilegios fiscales de la AFA. "La Justicia actúa para defender un privilegio", sostuvo.

El funcionario concluyó que las instituciones argentinas no funcionan adecuadamente y planteó el desafío de enfrentar leyes que, en su opinión, son fuente de prácticas no éticas. Destacó el apoyo de quienes se consideran víctimas del sistema y llamó a revisar la legislación para eliminar privilegios. Las declaraciones de Sturzenegger reavivaron el debate sobre la corrupción sistémica y la viabilidad de las reformas propuestas por el gobierno.