La Congregación Salesiana celebra este mes el 150º aniversario de su llegada a la Argentina, marcando un siglo y medio de labor educativa, social y pastoral en el país. Desde la llegada de los primeros misioneros en diciembre de 1875, la obra salesiana se ha expandido a 22 provincias, acompañando a niños, adolescentes y jóvenes, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad.

Las celebraciones incluyen la visita del Rector Mayor, padre Fabio Attard, quien arribó a Buenos Aires el 11 de diciembre y fue recibido por autoridades salesianas, jóvenes y miembros de la comunidad. Durante su estadía, Attard participó en encuentros con religiosos, actividades culturales y concedió entrevistas a medios especializados. En su mensaje, el Rector Mayor subrayó: “El desafío central es la identidad: ser personas pequeñas porque nuestra verdadera grandeza es Jesús”, y remarcó la necesidad de estar atentos a la juventud, afirmando que “los jóvenes están cansados del vacío que hay, ellos están buscando profetas”.

Uno de los eventos centrales es la Cantata "Namuncurá", que se realiza el 13 de diciembre en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos, en el barrio porteño de Almagro. El concierto, en homenaje al beato Ceferino Namuncurá, cuenta con la participación de coros y músicos destacados, y busca poner en valor el legado artístico y espiritual de la comunidad salesiana.

La Conferencia Episcopal Argentina envió un mensaje de reconocimiento a la Familia Salesiana, destacando su “huella imborrable en la educación, la pastoral juvenil, la formación profesional y la promoción humana”. Los obispos expresaron su gratitud por el servicio constante de la congregación y alentaron a renovar el carisma salesiano.

La obra de Don Bosco, fundada en 1859, se caracteriza por su sistema preventivo y su enfoque en la formación integral de los jóvenes. En Argentina, la red salesiana ha sido pionera en la creación de escuelas, internados y centros de formación laboral, así como en el encuentro intercultural con pueblos originarios. Hoy, la misión salesiana continúa vigente, apoyada por donantes, voluntarios y alianzas institucionales, y sigue siendo un referente en la educación y el acompañamiento de la juventud argentina.