Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de la Nación, comenzó a cumplir prisión domiciliaria en su departamento del barrio Constitución, en la Ciudad de Buenos Aires, tras la ratificación de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa Vialidad. La medida, dispuesta por el Tribunal Oral Federal N°2, establece que Kirchner debe portar una tobillera electrónica y someterse a un monitoreo constante de su ubicación.

La resolución judicial impone estrictas reglas de conducta: la ex mandataria no podrá abandonar su domicilio salvo en casos excepcionales debidamente justificados y autorizados por el tribunal. Además, se le prohíbe cualquier manifestación pública desde su residencia, incluyendo saludos a la militancia desde el balcón, una práctica habitual en ocasiones anteriores. Solo podrá recibir visitas de familiares directos, su equipo jurídico y médicos, quienes deberán estar debidamente registrados. Cualquier otra visita requerirá autorización judicial previa.

El operativo de seguridad en la zona está a cargo de la Policía Federal Argentina, que implementó controles en los accesos a la calle San José para evitar aglomeraciones y preservar la tranquilidad del vecindario. El tribunal revisará trimestralmente las condiciones de la prisión domiciliaria y podría modificarlas si se registran incidentes o alteraciones en el barrio.

La decisión judicial se produce en un contexto de alta tensión política y social. Diversos sectores del peronismo y organizaciones sociales han convocado a movilizaciones en Plaza de Mayo en apoyo a la ex presidenta, luego de que se prohibiera cualquier tipo de manifestación en las inmediaciones de su domicilio. "La Argentina está viviendo un momento muy difícil. Se ha roto el pacto democrático con la condena a una inocente", expresó Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y cercana a Kirchner, al confirmar las restricciones impuestas.

El fallo del tribunal buscó un equilibrio entre las estrictas condiciones solicitadas por los fiscales y el régimen más flexible propuesto por la defensa. Mientras tanto, la situación de Cristina Kirchner continúa generando debate y movilización en el escenario político argentino, con implicancias que podrían extenderse en el tiempo según la evolución de los acontecimientos y las revisiones judiciales periódicas.