Tadeo Berenguer continuará al frente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) tras la decisión de Jorge Cocinero de retirarse del balotaje previsto para el 23 de junio. La noticia se confirmó en la mañana del lunes, cuando Cocinero, quien había obtenido cerca del 30% de los votos en la primera vuelta, comunicó su renuncia a la contienda electoral, permitiendo así la reelección de Berenguer, que había alcanzado casi el 48% de los sufragios.

En conferencia de prensa, Berenguer calificó el gesto de su rival como "muy loable" y destacó la importancia de evitar un gasto adicional para la institución, estimado en unos 10 millones de pesos. "Es fundamental que nos unamos todos los esfuerzos para salir adelante, especialmente en estos momentos difíciles para las universidades públicas", afirmó el rector reelecto, quien también subrayó la necesidad de terminar con las confrontaciones y renovar el compromiso con la comunidad universitaria.

La decisión de Cocinero fue recibida con reconocimiento por parte de distintos sectores, quienes valoraron la responsabilidad institucional demostrada. Guillermo Velasco, el tercer candidato en la contienda, optó por no apoyar públicamente a ninguno de los finalistas, aunque remarcó la importancia de la defensa de la universidad pública.

Berenguer adelantó que su nueva gestión estará enfocada en modernizar las estructuras de la UNSJ, fortalecer la presencia territorial y enfrentar la incertidumbre presupuestaria que atraviesa la institución. "La universidad pública no puede estar solo en el conurbano de la Ciudad de San Juan. Tiene que llegar a los departamentos, trabajar con los municipios y ofrecer nuevas propuestas que respondan a las necesidades de la comunidad", señaló.

El escrutinio definitivo de las elecciones se realizó el 14 de junio en la sede central de la UNSJ, consolidando el resultado que permitió a Berenguer y su compañera de fórmula, Andrea Leceta, asumir un nuevo mandato. La asunción de las nuevas autoridades está prevista para el 1 de julio, en un contexto marcado por la falta de presupuesto nacional aprobado y la necesidad de consensos para afrontar los desafíos futuros de la universidad pública argentina.