Un incidente alarmante tuvo lugar en el barrio Candioti Norte de la ciudad de Santa Fe, donde una niña de cinco años fue atacada por un perro de raza pitbull. El hecho ocurrió el lunes por la tarde, alrededor de las 18:30 horas, en la calle Chacabuco al 2300, una zona residencial y transitada.

Según informaron fuentes policiales, la niña caminaba junto a su familia cuando el perro apareció de manera repentina y la atacó, mordiéndola en la mejilla derecha. Su padre, que llevaba en brazos a un bebé de nueve meses, intentó defenderla dándole una patada al animal, lo que desató un forcejeo. Como resultado, el hombre sufrió lesiones menores y su ropa quedó dañada, aunque el bebé no resultó herido.

La madre de la niña, visiblemente afectada, relató: "Fue un momento desesperante. El perro apareció de la nada. Mi marido reaccionó como pudo, tenía al bebé en brazos... Podría haber sido peor. Agradezco que mi nena está bien y que no pasó a mayores, pero alguien tiene que hacerse cargo".

La niña fue trasladada al Hospital de Niños Orlando Alassia, donde los médicos confirmaron que la mordida en su rostro era superficial y no requería intervención quirúrgica. Tras recibir atención médica, fue dada de alta.

El perro fue capturado por la Brigada Ecológica, y su dueño, quien inicialmente huyó del lugar, fue localizado más tarde y quedó a disposición de la justicia. Este incidente reabre el debate sobre la tenencia responsable de mascotas, especialmente de razas consideradas peligrosas como el pitbull.

En Santa Fe, se registran anualmente alrededor de 900 casos de mordeduras de perros, de los cuales un 7% involucran razas potencialmente peligrosas. La legislación vigente exige que estos animales sean paseados con correa y bozal, pero el cumplimiento de estas normas es irregular.

Vecinos del barrio Candioti Norte expresaron su preocupación por la seguridad en la zona y pidieron medidas más estrictas para evitar futuros incidentes. "¿Y si la próxima víctima no tiene tanta suerte?", se preguntó un residente.

Este caso pone de manifiesto la necesidad de políticas públicas más firmes y campañas de concienciación sobre la tenencia responsable de mascotas. Aunque en esta ocasión no hubo consecuencias graves, el incidente sirve como un recordatorio de los riesgos asociados con el incumplimiento de las normativas vigentes.