El intendente de Córdoba, Daniel Passerini, ha tomado una decisión drástica al solicitar la renuncia de todos los miembros de su gabinete municipal. La medida, anunciada en una reunión en el Palacio 6 de Julio, afecta a más de 500 funcionarios, incluidos secretarios, subsecretarios, directores y responsables de entes descentralizados. Según Passerini, esta decisión busca relanzar su gestión y enfrentar una situación financiera "delicada" que ha sido agravada por la baja recaudación, la deuda heredada y los recortes en subsidios nacionales.

La reestructuración incluye una reducción del 30% en el plantel de funcionarios, lo que afectará también a becarios y contratados bajo el régimen de monotributo. Además, se revisarán áreas estratégicas como Ambiente, Economía Circular, Cultura y Seguridad, con el objetivo de priorizar la eficiencia en el uso de los recursos públicos y atender las demandas más urgentes de la ciudadanía.

Esta decisión se produce en un contexto de tensiones políticas y económicas. La semana pasada, el ministro de Finanzas de la Provincia, Guillermo Acosta, anunció el envío de un funcionario para supervisar las finanzas municipales, lo que generó especulaciones sobre una posible intervención provincial. Sin embargo, desde el entorno de Passerini se niega esta versión, afirmando que la reestructuración busca consolidar su poder de decisión y fortalecer su gestión.

La medida también tiene implicaciones políticas. Passerini sigue un modelo similar al de su predecesor, Martín Llaryora, quien también solicitó renuncias masivas durante su gestión como intendente. No obstante, las diferencias entre ambos líderes han sido evidentes, y algunos sectores ven esta reestructuración como un intento de Passerini por distanciarse de la influencia de Llaryora.

La oposición ha criticado la medida, señalando irregularidades en la gestión municipal y acusando al oficialismo de priorizar intereses políticos sobre las necesidades ciudadanas. Por su parte, los gremios municipales observan con cautela, temiendo un "vacío de poder" que podría afectar sus posiciones.

En los próximos días se espera la confirmación de los nuevos integrantes del gabinete y el impacto de esta decisión en la gestión municipal. Mientras tanto, la ciudadanía y los actores políticos locales permanecen atentos a los resultados de esta reestructuración, que marcará un punto de inflexión en la administración de Passerini.