La fábrica de golosinas Marengo, ubicada en Rafaela, Santa Fe, y conocida por sus caramelos “No hay plata” inspirados en el eslogan del presidente Javier Milei, atraviesa una profunda crisis económica que la llevó a suspender a 60 trabajadores sin goce de sueldo entre el 14 y el 27 de julio. La empresa justificó la decisión en la caída de ventas, problemas financieros y un siniestro en su depósito, según comunicó a los empleados y confirmó a medios locales.

La medida fue comunicada a los trabajadores a través de WhatsApp, lo que generó el rechazo inmediato del Sindicato de la Alimentación y de la CGT local, quienes calificaron la suspensión como “arbitraria y sin sustento formal”. El gremio denunció además que no fue notificado oficialmente y que la empresa viene incumpliendo acuerdos salariales y laborales desde principios de año. “La crisis de Marengo no es nueva. Hemos aceptado reducciones y pagos desdoblados para sostener el empleo, pero la empresa no cumple”, afirmó Nicolás González, secretario general del STIA.

La situación llevó a la convocatoria de una audiencia en el Ministerio de Trabajo para el martes siguiente al inicio de la suspensión, donde se evaluará la legalidad de la medida y se buscará proteger los derechos de los empleados. Mientras tanto, Marengo informó que está reuniendo documentación para iniciar un Procedimiento Preventivo de Crisis, mecanismo legal que podría anticipar nuevas suspensiones o despidos.

El caso de Marengo cobró notoriedad nacional a principios de año, cuando la empresa lanzó los caramelos “No hay plata”, que se viralizaron en redes sociales por su referencia directa al discurso económico del Gobierno. Sin embargo, la campaña publicitaria contrastó con la situación interna de la firma, que enfrenta deudas salariales y recortes de personal.

El contexto general para las pymes alimenticias es adverso: la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la entidad Industriales Pymes Argentinos (IPA) advierten sobre la persistente caída del consumo, la baja rentabilidad y la falta de recuperación del empleo. “La economía crece, pero con bases frágiles. La industria PyME sigue en crisis y la recuperación aún no se siente en la mayoría de los hogares”, señaló IPA en un reciente informe.

La audiencia en el Ministerio de Trabajo será clave para definir el futuro de los trabajadores y de la empresa, en un escenario donde la crisis sectorial y los problemas de gestión interna se combinan para agravar la situación.