El fallecimiento de Valentino, un niño de dos años, ha generado una profunda conmoción en la comunidad rural de La Plata. El menor fue hallado muerto en una plantación de berenjenas, tras haber desaparecido mientras estaba al cuidado de su abuela y sus hermanos. La búsqueda, que involucró a familiares, vecinos, bomberos y policías, culminó con el hallazgo del cuerpo, que presentaba múltiples mordeduras de perros.

Según los primeros resultados de la autopsia, Valentino sufrió un traumatismo encefalocraneano y shock hipovolémico, además de la amputación parcial de ambos pabellones auriculares. Los forenses no encontraron lesiones que sugieran otra hipótesis distinta al ataque animal, lo que reforzó la línea de investigación seguida por el fiscal penal Juan Cruz Condomí Alcorta.

El hecho ocurrió el domingo por la tarde en la zona rural de Arturo Seguí, en La Plata. El niño fue visto por última vez junto a su perro rottweiler, pero testigos indicaron que la presencia de al menos tres pitbulls en las inmediaciones pudo haber provocado una confrontación que lo dejó indefenso. Los animales pertenecen a una pareja vecina que los utilizaba para proteger sus cultivos y cosechas. Tras el hallazgo, los dueños de los perros participaron en la búsqueda y negaron que sus mascotas fueran agresivas, asegurando que nunca habían atacado a personas.

La investigación judicial pasó a la Unidad Funcional de Instrucción N°12 de Delitos Culposos, a cargo de Fernando Padovan, ante la posibilidad de una conducta imprudente o negligente por parte de los propietarios de los animales. El fiscal Condomí Alcorta subrayó la responsabilidad de los dueños en el cuidado de sus mascotas y no descartó imputaciones.

El caso ha generado preocupación en la comunidad rural, especialmente entre la colectividad boliviana local, por la seguridad de los niños y la tenencia responsable de animales potencialmente peligrosos. Las autoridades continúan con las pericias y el análisis de ADN para determinar con certeza la participación de los perros implicados. El desenlace trágico de Valentino pone en debate la necesidad de reforzar medidas de seguridad y control en zonas rurales, así como la importancia de la responsabilidad en la tenencia de animales.