Cinco integrantes de una familia fallecieron este martes en el barrio porteño de Villa Devoto tras inhalar monóxido de carbono en su vivienda de la calle Sanabria. Entre las víctimas se encuentran dos adultos mayores, su hijo, la esposa de este y una niña de cuatro años. Un bebé, también miembro de la familia, sobrevivió al ser hallado en otra habitación y fue trasladado al Hospital Zubizarreta, donde se encuentra fuera de peligro.

El trágico episodio fue descubierto alrededor de las 16:25, cuando un familiar llegó a la casa y, al notar la situación, alertó al 911. Personal policial, bomberos y médicos del SAME acudieron rápidamente al lugar, donde constataron los decesos y procedieron a ventilar la vivienda. Según los primeros peritajes, la causa de las muertes fue la inhalación de monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro que puede resultar letal en ambientes cerrados y mal ventilados.

Las víctimas, identificadas como Demetrio de Nastchokine (79), Graciela Leonor Just (73), su hijo Andrés de Nastchokine (43), la esposa de este, de nacionalidad francesa, y su hija de cuatro años, se habían reunido recientemente tras la llegada de la familia desde Italia. El reencuentro familiar, que había sido motivo de alegría, terminó en tragedia.

El titular del SAME, Alberto Crescenti, explicó: “El monóxido es el asesino silencioso: es inoloro, incoloro y no se percibe. Causa mareos, desmayos, paro respiratorio y luego un paro cardíaco”. Crescenti también destacó que el bebé sobreviviente fue hallado en una habitación diferente, lo que probablemente le salvó la vida.

La investigación está a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°48, que trabaja junto a peritos de la Policía Científica y Metrogas para determinar las causas exactas del escape. El hecho generó una profunda conmoción en el barrio, conocido por su tranquilidad y sentido de comunidad. Vecinos y allegados expresaron su dolor y recordaron a la familia como personas muy queridas en la zona.

Las autoridades reiteraron la importancia de mantener una adecuada ventilación en los hogares y de realizar controles periódicos a los artefactos a gas, especialmente durante el invierno, para evitar tragedias similares en el futuro.