Un hombre fue condenado a 13 años de prisión en la ciudad de Córdoba tras ser hallado culpable de intentar asesinar a su esposa en dos oportunidades, en un caso que ha conmocionado a la opinión pública por la brutalidad y la planificación de los ataques. La Cámara en lo Criminal y Correccional de 5° Nominación, integrada por jurados populares, dictó la sentencia contra D.N.H., quien fue acusado de lesiones gravísimas y tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.

El primer ataque ocurrió en septiembre de 2018, cuando la víctima, M.M.H., regresaba a su domicilio en motocicleta por una zona descampada de Colonia Tirolesa. El agresor la emboscó y la golpeó en la cabeza con un objeto contundente, simulando un accidente de tránsito. Como resultado, la mujer sufrió un traumatismo de cráneo grave, permaneció en coma durante varios meses y debió ser sometida a múltiples cirugías, incluida la implantación de una válvula de flujo en el cráneo.

Un año después, mientras la víctima continuaba con su rehabilitación domiciliaria, el acusado intentó nuevamente matarla. Ingresó a su habitación y le acercó un imán a la cabeza con la intención de desprogramar la válvula implantada. Durante el ataque, el hombre le advirtió: “La válvula se va a desprogramar y vos te vas a morir, y nadie se va a enterar, como nadie se enteró de que yo te golpeé con un fierro”. Sin embargo, el plan no se concretó porque el imán no tenía la potencia suficiente para afectar el dispositivo.

El tribunal consideró probado que desde el inicio de la relación, cuando la víctima tenía 14 años y el acusado 23, existió un régimen de control abusivo, celos extremos, aislamiento social, violencia física y psicológica, y amenazas constantes, incluso hacia los hijos en común. La jueza Susana Blanc Gerzicich destacó que el control absoluto se intensificó tras el primer ataque.

Al momento de dictar la pena, se valoró la gravedad de las lesiones, el daño psicológico y social para la víctima, así como el impacto en los hijos, quienes “se vieron privados de su madre, que se salvó de milagro, y de su padre, hoy condenado”. El fallo subraya la importancia de visibilizar la violencia de género y sus consecuencias duraderas en las víctimas y su entorno familiar.