La detención de Elizabeth Rodrigo, madre de la reconocida vedette Ayelén Paleo, conmocionó al mundo del espectáculo y puso en el centro de la escena una compleja red de trata de personas y prostitución. Rodrigo fue arrestada en el marco de un megaoperativo que incluyó quince allanamientos simultáneos en ciudades como La Plata, Berazategui, Quilmes, Bahía Blanca, Rosario, Santa Rosa y la Ciudad de Buenos Aires. En el procedimiento, fuerzas federales y policías locales lograron rescatar a doce mujeres de entre 22 y 45 años, quienes eran captadas bajo falsas promesas de empleo doméstico y luego obligadas a prostituirse.

La investigación, que se inició en noviembre de 2024 tras una denuncia, reveló que la organización funcionaba con un esquema aceitado: un “call center” coordinaba los turnos, los teléfonos cambiaban cada diez días para evitar el rastreo y las víctimas eran rotadas entre departamentos alquilados en distintas ciudades. Además, la estructura contaba con cuentas digitales para mover millones de pesos mensualmente. Durante los allanamientos, se incautaron computadoras, celulares, discos externos, cámaras fotográficas, anotaciones, preservativos, lencería erótica, contratos de locación y más de 20 mil dólares en efectivo. Los registros financieros arrojaron que la red generaba ingresos mensuales superiores a los 12 millones de pesos.

Elizabeth Rodrigo, de 62 años, está acusada de organizar la logística de la red y de fotografiar a las víctimas para armar los books eróticos que luego se publicaban en portales de adultos. Las mujeres rescatadas debían entregar el 90% de sus ganancias y pagar hasta 90 mil pesos por los books fotográficos, bajo amenazas constantes en caso de retrasos con los pagos. Actualmente, las víctimas están bajo resguardo del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas de Trata, mientras la causa avanza en los tribunales de La Plata.

El caso revive viejos escándalos mediáticos, especialmente el affaire entre Ayelén Paleo y Santiago Bal, que en su momento generó tensiones con Carmen Barbieri. Barbieri, consultada por los medios, expresó: “Que lo arregle en la Justicia y que haya justicia. Para mí ya hubo justicia divina”. Por su parte, Paleo se mantiene en silencio público tras la detención de su madre. El impacto del caso ha generado un debate sobre la explotación sexual y la protección de las víctimas en Argentina, mientras los investigadores no descartan que haya más involucrados en la organización.