El Gobierno nacional designó este miércoles a Lisandro Catalán como nuevo ministro del Interior, en un intento por relanzar el diálogo con los gobernadores tras la derrota electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. La decisión, anunciada por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, implica la reactivación de la cartera, que había sido degradada a secretaría en 2024, y la creación de una Mesa Federal para profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio promovido por el presidente Javier Milei.

Catalán, abogado tucumano y hombre de confianza de Francos, ha ocupado cargos técnicos en distintas gestiones y se ha destacado por su perfil discreto y su capacidad de articulación política. Su principal desafío será reconstruir los puentes con los gobernadores aliados, muchos de los cuales se distanciaron del oficialismo tras meses de promesas incumplidas y la reciente derrota electoral. "En esta nueva etapa consideramos imprescindible implementar las reformas estructurales en las que hemos trabajado y estamos dispuestos a profundizar los vínculos con las provincias", expresó Francos en redes sociales.

Sin embargo, la designación de Catalán generó escepticismo entre los mandatarios provinciales y actores políticos, quienes señalaron que el cambio en el organigrama no necesariamente implica una modificación en la política de la Casa Rosada. "No es poniendo ministros, es resolviendo los problemas de los argentinos y escuchando a sus gobernadores", afirmó la legisladora Graciela Ocaña. Otros gobernadores, como Gustavo Sáenz de Salta, destacaron la necesidad de que los funcionarios tengan poder de decisión real y cumplan los acuerdos firmados.

La creación de la Mesa Federal y el regreso del Ministerio del Interior se producen en un contexto de creciente tensión política y desafíos para la gobernabilidad. El oficialismo busca recomponer alianzas y recuperar la confianza de los gobernadores, mientras enfrenta críticas internas y externas sobre la falta de diálogo y reciprocidad. El éxito de esta nueva etapa dependerá de la capacidad de Catalán y el equipo de gobierno para generar consensos y cumplir los compromisos asumidos con las provincias.