La relación entre el presidente Javier Milei y los gobernadores provinciales atraviesa su momento más tenso desde el inicio de la gestión libertaria. En las últimas semanas, la disputa por la distribución de fondos nacionales y la aprobación de leyes que afectan el equilibrio fiscal ha derivado en un enfrentamiento abierto, con acusaciones cruzadas y amenazas de vetos presidenciales.

El conflicto se intensificó tras la media sanción en el Senado de proyectos que buscan automatizar las transferencias de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y coparticipar el impuesto a los combustibles, iniciativas impulsadas por los 24 gobernadores provinciales. El Gobierno nacional, por su parte, sostiene que estas medidas comprometen el superávit fiscal y calcula un impacto de hasta 2,5% del PBI, aunque estimaciones privadas lo ubican entre 0,7% y 1,6%.

En respuesta, Milei acusó a los mandatarios de intentar "destruir al Gobierno" y reiteró que vetará cualquier ley que ponga en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas. La tensión escaló aún más cuando el presidente calificó de "traidora" a la vicepresidenta Victoria Villarruel por presidir la sesión en la que se aprobaron los proyectos, lo que derivó en una ruptura política dentro del oficialismo.

Los gobernadores, tanto peronistas no kirchneristas como ex Juntos por el Cambio e independientes, se unieron en el reclamo de una distribución más equitativa de los recursos y comenzaron conversaciones para conformar un frente electoral de cara a 2027. "No se trata de destruir nada, sino de defender lo que nos corresponde", afirmó un vocero provincial. Figuras como Axel Kicillof y Martín Llaryora han pedido abrir canales de diálogo y una solución institucional que respete el federalismo.

Mientras tanto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intenta recomponer el vínculo con las provincias, aunque la desconfianza persiste. Analistas advierten que la falta de acuerdos podría complicar la gobernabilidad y la estabilidad económica en los próximos años, en un contexto donde la política y la economía se entrelazan de manera cada vez más conflictiva.