Las intensas lluvias que azotaron la provincia de Buenos Aires durante el fin de semana han dejado un saldo trágico de dos personas fallecidas, tres desaparecidas y miles de evacuados. Las inundaciones afectaron a más de 70.000 kilómetros cuadrados, un cuarto de la superficie provincial, y causaron daños significativos en infraestructura y viviendas.

El primer fallecido confirmado fue Diego Uriburu, de 71 años, quien fue arrastrado por la corriente mientras conducía por la Ruta 41 en San Antonio de Areco. Su cuerpo fue hallado el domingo 18 de mayo. La segunda víctima, Pablo Catacata Madrigal, de 30 años, fue encontrado el lunes 19 en la localidad de Rojas. Catacata intentó rescatar a su pareja, Antonella Barrios, quien cayó al agua mientras cruzaban un puente a caballo. Barrios sigue desaparecida, al igual que otras dos personas en Bernal y Moreno.

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, informó que más de 1.000 personas fueron rescatadas en situaciones de riesgo de vida y que 30.000 personas resultaron afectadas por el temporal. "Un cuarto de la provincia, equivalente a tres veces la Ciudad de Buenos Aires, se vio afectado", señaló Alonso, quien también destacó la necesidad de inversiones en infraestructura para prevenir futuras tragedias.

Las localidades más afectadas incluyen Zárate, Campana y San Antonio de Areco, donde se registraron más de 400 milímetros de lluvia en pocos días. En estas zonas, miles de personas fueron evacuadas y las rutas principales, como la 9 y la 6, sufrieron cortes debido al desborde de ríos y arroyos.

Los operativos de búsqueda y rescate han movilizado a más de 50 personas, incluyendo bomberos, fuerzas de seguridad y voluntarios. En Rojas, la comunidad local se unió a las labores para encontrar a Antonella Barrios, mientras que en otras localidades se organizaron campañas de solidaridad para los damnificados.

El gobernador Axel Kicillof y otros funcionarios provinciales han estado en contacto con los intendentes de las zonas afectadas para coordinar la asistencia. "Es crucial que se realicen obras de infraestructura para evitar que estas tragedias se repitan", enfatizó Alonso.

Mientras el agua comienza a bajar, las autoridades advierten que aún queda mucho por hacer para normalizar la situación. En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional pronostica días de mayor estabilidad climática, lo que podría facilitar las tareas de recuperación y asistencia.