El sector azucarero argentino y los gobernadores de las provincias productoras manifestaron un rechazo contundente a la propuesta del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de avanzar hacia la liberalización del comercio de azúcar dentro del Mercosur. La iniciativa, presentada durante la reciente Cumbre del bloque regional, fue calificada como “inadmisible” por las principales entidades de la cadena azucarera y por los mandatarios del Noroeste Argentino (NOA), quienes advierten sobre el riesgo de competencia desleal y el impacto negativo en la economía regional.

El comunicado firmado por el Centro Azucarero Argentino y otras entidades del sector señala que la industria brasileña ha recibido durante décadas subsidios directos e indirectos, créditos preferenciales e incentivos fiscales, lo que ha permitido el desarrollo de una estructura productiva altamente competitiva y tecnificada. En contraste, la industria argentina opera sin subsidios equivalentes y cumple un rol fundamental en la generación de empleo y valor agregado en Tucumán, Salta y Jujuy.

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, expresó: “No vamos a permitir que ese azúcar ni ningún derivado de la caña de azúcar entre a la República Argentina”. Jaldo remarcó que el ingreso de azúcar brasileño, producido bajo un modelo subsidiado, pondría en riesgo la industria local y el trabajo de miles de familias. El vicegobernador Miguel Acevedo respaldó la postura, subrayando la necesidad de proteger la industria nacional para garantizar el empleo.

Las entidades argentinas recordaron que el Mercosur reconoce las asimetrías productivas y permite regímenes arancelarios diferenciados para evitar distorsiones. Además, advirtieron que una apertura sin protección podría derivar en una caída de precios de hasta el 30%, con graves consecuencias para las economías regionales.

La propuesta de Lula es interpretada como un gesto hacia el sector agroindustrial brasileño, pero en Argentina genera preocupación y rechazo. Los gobernadores del NOA ya iniciaron conversaciones para establecer una posición común y defender la industria azucarera local. El debate sobre la liberalización del comercio de azúcar en el Mercosur continúa abierto, con fuertes tensiones entre los intereses de ambos países.