La fuerte sudestada que azotó Monte Hermoso el pasado fin de semana dejó un saldo de graves daños materiales, especialmente en la zona de Villa Faro Recalada, donde al menos 25 viviendas resultaron severamente afectadas. Muchas de estas construcciones, levantadas hace décadas en terrenos fiscales y sin regularización catastral, sufrieron derrumbes parciales o totales, quedando en situación de inhabitabilidad.

El intendente Hernán Arranz explicó que “el tema es que esas casas no figuran en el catastro municipal; es decir, esas construcciones no están dentro de la ley”. Por este motivo, el municipio dispuso que los propietarios deberán solicitar un permiso especial para cualquier tipo de reparación o reconstrucción. “No van a poder reconstruir libremente sus casas, sino que tendrán que pedir permiso en el municipio; luego, en conjunto, veremos hasta dónde pueden construir y dónde no”, subrayó Arranz. Además, se fijarán límites para evitar la contaminación del espacio costero y se restringirá el uso de maquinaria pesada.

El temporal también provocó destrozos en la rambla de madera, calles, paradores playeros y puestos de guardavidas. El secretario de Obras y Servicios Públicos, Marcos Fernández, señaló que los trabajos de limpieza y relevamiento de daños continúan, aunque no hay plazos definidos para la recuperación total. “Es muy difícil determinarlos, debido al gran daño simultáneo en distintos puntos y a lo largo del frente costero”, explicó.

Como medida preventiva, el municipio anunció el cierre al tránsito y la prohibición de permanencia en el sector costero entre Villa Caballero y Sauce Grande, así como la evacuación de vecinos en zonas de riesgo. Las autoridades instaron a la población a respetar las indicaciones de Defensa Civil y personal municipal.

El fenómeno reavivó el debate sobre el desarrollo urbano y la protección ambiental en Monte Hermoso. El concejal Brian Ollearo advirtió que “estos hechos de gran magnitud se están dando cada vez con mayor frecuencia y con mayor intensidad”, y llamó a consensuar un desarrollo responsable que preserve el entorno natural y garantice la seguridad de los habitantes. Se prevén reuniones con sectores públicos y privados para evaluar medidas de apoyo a los damnificados y discutir nuevas políticas urbanísticas.

La situación de las viviendas irregulares y la erosión costera no es nueva en la ciudad, pero el impacto del reciente temporal evidenció la urgencia de abordar estos problemas de manera integral. Autoridades y especialistas coinciden en la necesidad de políticas que mitiguen los riesgos y protejan el principal atractivo turístico de Monte Hermoso: su costa.