La interna en el peronismo bonaerense ha alcanzado un nuevo nivel de tensión, con acusaciones cruzadas entre el gobernador Axel Kicillof y sectores liderados por Máximo Kirchner. El conflicto se centra en la suspensión de las PASO y la falta de consenso sobre los plazos electorales, lo que ha generado incertidumbre en el cronograma de los comicios.

Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad, acusó a Máximo Kirchner y a su grupo de "extorsionar" al gobernador para negociar espacios de poder. "Están subordinando el funcionamiento de las instituciones y de la democracia bonaerense a una negociación política", afirmó Larroque en declaraciones a medios locales. Según el ministro, la falta de acuerdo pone en riesgo la realización de las elecciones en los términos exigidos por la Justicia Electoral.

La Legislatura bonaerense aprobó recientemente la suspensión de las PASO, pero no los cambios en los plazos electorales necesarios para garantizar el desarrollo normal de los comicios. La Junta Electoral de la provincia ha advertido sobre la urgencia de estas modificaciones, mientras que Kicillof evalúa alternativas, incluyendo la posibilidad de emitir un decreto para evitar un vacío legal.

Facundo Tignanelli, referente de La Cámpora, respondió a las acusaciones señalando que están dispuestos a negociar, pero que el consenso debe incluir a la oposición. "Nunca nos opusimos; estamos dispuestos a oír a la Junta Electoral para solucionarlo, pero la reforma de los plazos depende del consenso que pueda construir el Poder Ejecutivo", afirmó.

El trasfondo del conflicto incluye diferencias estratégicas sobre cómo enfrentar a Javier Milei, líder libertario que ha ganado terreno en la política nacional. Mientras Kicillof busca fortalecer su posición, sectores de La Cámpora parecen priorizar sus propios intereses políticos, según las declaraciones de Larroque.

La vicegobernadora Verónica Magario ha convocado a nuevas reuniones con los presidentes de bloques legislativos para intentar consensuar los cambios necesarios en el cronograma electoral. Sin embargo, las tensiones internas podrían complicar aún más las negociaciones.

En este contexto, Teresa García, senadora bonaerense y aliada de Máximo Kirchner, abogó por una reforma política integral y cuestionó la implementación de la Boleta Única de Papel. "Nuestra sociedad no está acostumbrada a este sistema de votación, y su implementación apresurada podría generar confusión", señaló.

El conflicto interno en el peronismo bonaerense no solo pone en riesgo la cohesión del oficialismo, sino que también podría debilitar su posición frente a la oposición en un año electoral clave. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si se logra un acuerdo que permita avanzar con el calendario electoral sin mayores contratiempos.