El paro de controladores aéreos convocado por la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) este martes 26 de agosto generó una fuerte disrupción en el transporte aéreo argentino, con especial impacto en los aeropuertos de Buenos Aires y Rosario. La medida de fuerza, que responde a reclamos salariales y condiciones laborales, se realizó en dos franjas horarias, de 7 a 10 y de 14 a 17, afectando a miles de pasajeros y generando demoras y cancelaciones en todo el país.

Aerolíneas Argentinas informó que, de los 295 vuelos programados para la jornada, 178 se vieron afectados: 82 fueron cancelados y 96 reprogramados, perjudicando a más de 15.000 pasajeros. La situación se repitió en otros aeropuertos, donde familias enteras quedaron varadas por hasta 48 horas, con compensaciones insuficientes y dificultades logísticas para trasladarse y alojarse. "Nos complican a todos: los trabajos, los colegios, todo. La medicación también. Yo soy hipertensa, tengo que tomar mi medicación, no traje una caja entera de pastillas", relató una pasajera afectada en Aeroparque.

El conflicto se originó tras el vencimiento de la conciliación obligatoria y la falta de acuerdo en 17 audiencias entre ATEPSA y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA). El gremio reclama una recomposición salarial y denuncia condiciones laborales altamente estresantes, con sueldos que oscilan entre $800.000 y $1.600.000. "El controlador aéreo es la especialidad que tiene mayor adicional. Un trabajador de atención aérea está en promedio en $1.600.000. En mi caso yo cobro un poco más, alcanza los $2.000.000, pero no es la realidad transversal de la empresa", explicó Paola Barritta, secretaria general de ATEPSA.

El Gobierno, a través de la Secretaría de Transporte, advirtió sobre posibles sanciones y multas por incumplimiento del servicio esencial, que por ley debe garantizar al menos el 45% de la operación aérea. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) fiscaliza el cumplimiento efectivo de la normativa y la continuidad del sistema aéreo. Aerolíneas Argentinas denunció que el sindicato impidió la salida de vuelos autorizados fuera de la ventana de paro, incluidos servicios internacionales.

El paro excluye vuelos sanitarios y de emergencia, pero la tensión en la industria aeronáutica se agrava por el respaldo de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que amenaza con un paro nacional si no hay avances en paritarias. El conflicto, que ya suma tres jornadas de protesta en cinco días, prevé nuevas medidas el jueves y sábado, en medio de una crisis que afecta a toda la industria y a miles de usuarios.