El principal acusado por el femicidio de Jimena Salas, Javier Nicolás Saavedra, fue hallado muerto en la Alcaidía General de Salta, apenas un día antes de que comenzara el segundo juicio por el brutal asesinato ocurrido en 2017 en la localidad de Vaqueros. Saavedra, de 36 años, permanecía detenido junto a sus hermanos, también imputados como coautores del crimen.

Según el informe preliminar de la autopsia, realizado con la participación de un perito de parte, la causa de muerte fue un shock hipovolémico provocado por una herida cortante en el pliegue del codo izquierdo. El fiscal penal Santiago López Soto, a cargo de la investigación, señaló que no se hallaron indicios de intervención de terceras personas, aunque todas las medidas procesales continúan en curso para esclarecer el hecho. El cuerpo fue encontrado por otro interno en el baño del pabellón D, y aunque fue trasladado al hospital, llegó sin vida.

La muerte de Saavedra generó la suspensión preventiva de cuatro guardias penitenciarios y la intervención del Comité para la Prevención de la Tortura, que solicitó que la investigación se realice bajo protocolos internacionales, dada la naturaleza de la muerte bajo custodia estatal. El Servicio Penitenciario de Salta expresó sus condolencias y aseguró estar a disposición de la justicia.

El abogado de la familia de Jimena Salas, Pedro Arancibia, consideró que el suicidio es compatible con el perfil psicológico de Saavedra, descrito como "psicópata, narcisista, egocéntrico y manipulador". Por su parte, la defensa de Saavedra, encabezada por Marcelo Arancibia, puso en duda la hipótesis de suicidio y exigió una investigación exhaustiva, afirmando que nunca percibió signos de desánimo en el acusado.

El juicio, que debía comenzar el martes 16 de septiembre, fue reprogramado para el 24 de septiembre y estará a cargo de los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano. Se prevé la declaración de numerosos testigos y se espera que el debate se extienda hasta fines de octubre. El caso de Jimena Salas, asesinada de 57 puñaladas en presencia de sus hijas pequeñas, conmocionó a la provincia y mantiene vigente el reclamo de justicia por parte de su familia y la sociedad salteña.