En la antesala de las elecciones legislativas, el expresidente Mauricio Macri volvió a ocupar el centro de la escena política con un mensaje dirigido al Gobierno de Javier Milei. En su publicación, Macri elogió los logros económicos recientes, destacando la reducción de la inflación a un 2,1% en septiembre, cifra que contrasta con el 211,4% anual registrada al final de la gestión anterior. Sin embargo, advirtió que el país debe dejar atrás el estancamiento y avanzar hacia una etapa de crecimiento sostenido.

Macri subrayó la importancia de construir una nueva mayoría parlamentaria, integrada por legisladores de distintas fuerzas políticas, para aprobar la Ley de Presupuesto y orientar los acuerdos hacia el equilibrio fiscal y prioridades consensuadas. "Es un requisito básico construir una nueva mayoría, que no estará formada solo por miembros de una misma fuerza, sino también por otros legisladores de todo el país que aportarán su visión", expresó el exmandatario, quien también pidió al Gobierno convocar al diálogo "con humildad y honestidad" tras las elecciones del 26 de octubre.

La respuesta desde la Casa Rosada fue de gratitud, aunque con cautela. El oficialismo celebró el reconocimiento de Macri, pero reafirmó que el liderazgo del proceso de cambio corresponde a Milei. Santiago Caputo, uno de los principales asesores presidenciales, respondió públicamente al mensaje de Macri, coincidiendo en la necesidad de una nueva mayoría reformista que impulse los cambios de fondo en el Congreso. "Estamos de acuerdo, Presidente Macri. Argentina necesita una nueva mayoría reformista que empuje en el Congreso los cambios de fondo que el Presidente Milei lidera", afirmó Caputo.

El contexto político se mantiene tenso, con el Gobierno buscando reforzar su base legislativa y blindar su núcleo duro frente a presiones internas y externas. El posible ascenso de Caputo en el Gabinete genera expectativas y tensiones dentro del oficialismo, mientras el PRO intenta reposicionarse como actor relevante en la construcción de consensos. Las dificultades para alcanzar acuerdos en el Congreso, evidenciadas por prórrogas del Presupuesto y vetos presidenciales, reflejan los desafíos de gobernabilidad que enfrenta la administración Milei.

De cara al futuro, el resultado de las elecciones legislativas será determinante para definir el grado de apertura política y la capacidad de implementar reformas estructurales. El llamado al diálogo de Macri y la respuesta del Gobierno marcan el inicio de una etapa en la que la convivencia entre libertarios y macristas dependerá de la correlación de fuerzas y la voluntad de construir acuerdos duraderos.