En una jornada marcada por la tensión política y los cambios en el gabinete nacional, el presidente Javier Milei y el exmandatario Mauricio Macri compartieron una cena en la Quinta de Olivos. El encuentro, que se extendió por dos horas, se produjo en paralelo a la renuncia de Guillermo Francos como jefe de Gabinete y de Lisandro Catalán como ministro del Interior, movimientos que reconfiguran el equipo de gobierno tras el reciente triunfo electoral de La Libertad Avanza.

La reunión entre Milei y Macri tuvo como objetivo principal fortalecer la gobernabilidad y definir el futuro de la alianza entre el oficialismo y el PRO, en un contexto de incertidumbre por la salida de siete diputados del PRO, vinculados a Patricia Bullrich, que decidieron sumarse al bloque de La Libertad Avanza. Damián Arabia, uno de los referentes de este grupo, justificó el pase por la necesidad de impulsar reformas profundas y la convicción en las ideas de la libertad. "No se trata de sellos ni de colores, se trata de convicciones y nitidez", expresó Arabia en redes sociales.

La ausencia de Francos en la cena generó especulaciones sobre el futuro poder de Santiago Caputo, asesor presidencial, quien podría asumir mayores responsabilidades en el esquema de gobierno. Mientras tanto, Manuel Adorni, hasta entonces vocero presidencial, fue designado como nuevo jefe de Gabinete, en una decisión que busca renovar el diálogo político y encarar una segunda etapa de reformas estructurales.

Macri, por su parte, reafirmó durante un seminario en Chile que el PRO tendrá candidato presidencial en 2027, y destacó la importancia de mantener la alianza con el oficialismo. "El PRO está más vivo que nunca", aseguró el exmandatario, aunque reconoció las dificultades internas tras la fuga de legisladores y la redefinición de apoyos en el Congreso.

El gobierno de Milei enfrenta el desafío de consolidar apoyos parlamentarios para avanzar en reformas tributarias, laborales y previsionales, mientras la relación con el PRO y otros actores políticos se redefine en medio de tensiones y negociaciones. La cena en Olivos simboliza un intento de recomponer puentes y garantizar la estabilidad política necesaria para la próxima etapa de gestión.