Un control de tránsito realizado en la madrugada del domingo 17 de agosto en la Ruta Centenario–Cinco Saltos, a la altura del barrio Villa Obrera, terminó en un violento episodio que expuso la tensión social en la ciudad de Centenario, Neuquén. El operativo, llevado a cabo por inspectores municipales y efectivos de la Comisaría Quinta, interceptó a un Volkswagen Gol cuyo conductor dio positivo en el test de alcoholemia. Sin embargo, lo que transformó el procedimiento en un hecho de alto impacto fue la presencia de Claudia Soledad Silva, acompañante del conductor, reconocida públicamente por haber atropellado y causado la muerte de Elizabeth Martínez semanas atrás en la Ruta Provincial N° 7.

Al ser identificada por vecinos y testigos, Silva fue increpada con insultos y rápidamente la situación escaló a agresiones físicas. "Eso te pasa por asesina", se escuchó gritar durante la golpiza, mientras dos policías intentaban contener la violencia y solicitaban refuerzos. El ambiente hostil complicó la intervención policial, aunque finalmente la situación fue controlada sin que se registraran lesiones graves ni detenciones. El vehículo fue secuestrado y se inició una investigación para determinar la responsabilidad de quienes participaron en las agresiones.

La reacción de los vecinos se explica por la repercusión del caso Martínez, quien falleció el 1 de agosto tras ser embestida por Silva, que cruzó un semáforo en rojo y se dio a la fuga sin prestar auxilio. La fiscal Guadalupe Inaudi imputó a Silva por homicidio culposo agravado, en calidad de autora, y el juez Raúl Aufranc formalizó la acusación, imponiéndole la prohibición de conducir y la obligación de presentarse semanalmente en una comisaría durante seis meses.

Silva ya contaba con antecedentes de conducción imprudente: en 2024 protagonizó otro accidente en la misma ruta, manejando alcoholizada y con su hijo de un año a bordo, quien resultó gravemente herido. En esa ocasión, la fiscalía aplicó el criterio de "pena natural" y no formuló cargos, decisión que hoy es cuestionada por la comunidad.

El caso ha generado marchas y reclamos por parte de familiares de la víctima y vecinos, quienes exigen mayor seguridad vial y respuestas de las autoridades municipales. La Ruta 7 continúa siendo escenario de siniestros viales y el reciente episodio de violencia refleja la creciente tensión social y el debate sobre la justicia y la responsabilidad en casos de reincidencia.