El bebé de 18 meses que sobrevivió a la tragedia de intoxicación por monóxido de carbono en Villa Devoto permanecerá bajo la guarda provisoria de su tía paterna, según resolvió el Juzgado Civil N°102 de la Ciudad de Buenos Aires. El menor, que continúa internado en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, evoluciona favorablemente tras el episodio que costó la vida a sus padres, una hermana de cuatro años y sus abuelos.

La tragedia ocurrió en una vivienda de la calle Sanabria al 3700, donde una falla en la caldera y la obstrucción de las ventilaciones con cinta adhesiva y nylon provocaron la acumulación letal de monóxido de carbono. Las pericias confirmaron que el bebé sobrevivió gracias a que se encontraba en una habitación separada, con la puerta cerrada y mejor ventilada, lo que retrasó la inhalación del gas.

La decisión judicial de otorgar la guarda provisoria a la tía paterna, una mujer profesional y sin antecedentes de conflicto, busca evitar la institucionalización del menor y garantizarle un entorno familiar durante su recuperación y mientras se define su custodia definitiva. "Esto asegura que no van a institucionalizarlo en algún organismo público. Tanto ella como sus hermanos van a dedicar el mayor interés para darle la situación más confortable y posible al bebé dentro de la tragedia", explicó el abogado Sergio Dubove, representante de la familia De Nastchokine.

En paralelo, los abuelos maternos y un tío del niño viajaron desde Europa para acompañar el proceso judicial y participar en la definición de la tenencia. El juzgado, en conjunto con organismos de protección de la infancia, realiza evaluaciones psicológicas y socioambientales para determinar la mejor alternativa para el futuro del menor, que podría incluir la extensión de la guarda, una tutela o una eventual adopción.

El caso ha puesto en relieve la importancia de la seguridad en los sistemas de calefacción y ventilación de los hogares, así como la necesidad de respuestas judiciales ágiles y centradas en el interés superior del niño. La resolución final dependerá del consenso entre los familiares y de los informes de los organismos intervinientes, siempre priorizando el bienestar emocional, social y afectivo del menor.