La ola de frío polar que atraviesa Argentina provocó una crisis en el sistema de distribución de gas natural, obligando al Gobierno nacional a tomar medidas drásticas para asegurar el abastecimiento a los usuarios prioritarios. Desde el miércoles 2 de julio, el Comité de Emergencia, conformado por autoridades de la Secretaría de Energía, Enargas y empresas distribuidoras, dispuso la interrupción del suministro de gas a industrias y estaciones de servicio de GNC en casi todo el país. La decisión también incluyó la suspensión temporal de las exportaciones de gas a Chile.

El consumo residencial de gas alcanzó un récord histórico, superando los 100 millones de metros cúbicos diarios, impulsado por temperaturas bajo cero en las 24 jurisdicciones del país. En ciudades como Mar del Plata y La Plata, se reportaron cortes y baja presión en el suministro, afectando tanto a estaciones de GNC como a algunos barrios residenciales. "La demanda prioritaria en nuestra zona de distribución está asegurada", afirmó Alejandro Di Lázzaro, director de Asuntos Corporativos de Metrogas, aunque reconoció que hubo casos aislados de baja presión en horas pico.

La medida afecta principalmente a usuarios con contratos interrumpibles, quienes acceden a tarifas más bajas a cambio de asumir el riesgo de cortes en situaciones de alta demanda. Sin embargo, la magnitud de la crisis llevó a que también se interrumpiera el suministro a algunos usuarios con contratos firmes. El Gobierno solicitó a la población un consumo responsable de gas y aseguró que la prioridad es garantizar el abastecimiento a hogares, hospitales y escuelas.

El sistema energético argentino enfrenta desafíos estructurales, como la falta de inversión sostenida y tarifas congeladas, que dificultan la respuesta ante picos de demanda. Aunque la reciente ampliación del gasoducto desde Vaca Muerta mejoró la capacidad de transporte, la infraestructura sigue siendo insuficiente en situaciones extremas. Para sostener el sistema, se recurrió al uso de combustibles alternativos en centrales termoeléctricas y a la importación de electricidad desde países vecinos.

Cámaras empresarias y usuarios de GNC manifestaron preocupación por el impacto de los cortes en la producción y el transporte. El Gobierno, por su parte, reiteró que la seguridad y el abastecimiento residencial son la máxima prioridad, mientras se monitorea la evolución de la demanda y la producción para restablecer el servicio a los sectores afectados.