El neurocirujano mendocino Fabián Cremaschi fue atacado el pasado fin de semana por cinco perros pitbull mientras realizaba actividad física en el perilago de Potrerillos, Mendoza. El incidente, que ocurrió en el marco de la carrera KUMEN Trail Adventure Series, dejó al profesional con graves heridas en el muslo, brazo y otras partes del cuerpo, requiriendo atención médica inmediata y un plan de rehabilitación intensivo.

Según relataron las fuentes, Cremaschi fue sorprendido por los animales, que se encontraban sin correa ni bozal, y sufrió múltiples mordidas. "Me arrastraron 15 metros, me cubrí el cuello con los brazos", contó el médico, quien logró sobrevivir gracias a la rápida intervención de testigos y del propio dueño de los perros, un puestero de la zona. El dueño colaboró en el rescate y traslado al centro de salud, actitud que Cremaschi destacó públicamente, decidiendo no presentar denuncia formal contra él. "Que los vigilen, que los controlen. Yo la saqué barata, a un niño lo mata, a un anciano lo mata", reflexionó el neurocirujano.

El profesional fue atendido en el Centro de Salud N.º 34 de Potrerillos y posteriormente derivado al Hospital Central de Mendoza, donde recibió curaciones, suero endovenoso y la vacuna antirrábica. Fue dado de alta el mismo día y continúa con rehabilitación física. En sus redes sociales, Cremaschi agradeció la solidaridad de los médicos, enfermeros, organizadores de la carrera y amigos que colaboraron en su asistencia y recuperación.

El caso reavivó el debate sobre la tenencia responsable de animales de gran porte y temperamento fuerte en Mendoza. Aunque la provincia cuenta con leyes y ordenanzas específicas, la aplicación de las normas es deficiente y los controles en la vía pública son escasos. Veterinarios consultados por los medios insisten en que la agresividad de los perros depende principalmente de la crianza y socialización, más que de la genética o la raza. "No existen los perros peligrosos, existen dueños irresponsables", señalaron especialistas.

Funcionarios y expertos subrayan la necesidad de fortalecer los controles, campañas de concientización y educación ciudadana para prevenir incidentes similares. El debate se centra en promover una convivencia responsable entre personas y animales, donde la acción no provenga únicamente de las autoridades, sino también del compromiso de la comunidad. El caso de Cremaschi pone de manifiesto la importancia de la prevención y la corresponsabilidad en la tenencia de mascotas, especialmente en espacios públicos concurridos.