El presidente argentino Javier Milei llegó a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, un evento que reunió a líderes mundiales en la Basílica de San Pedro. Milei, acompañado por una comitiva oficial que incluyó a su hermana Karina Milei y varios ministros, aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino el viernes por la tarde. Sin embargo, su llegada coincidió con el cierre de las puertas de la Basílica, lo que le impidió participar en los homenajes previos al pontífice.

La ceremonia exequial, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, marcó el inicio de los "Novendiali", un período de nueve días de misas en homenaje al papa Francisco. Entre los asistentes se encontraban líderes internacionales como Emmanuel Macron, Luiz Inácio Lula da Silva y Donald Trump, quienes participaron activamente en los actos previos al funeral. La presencia de Milei, aunque breve, generó diversas reacciones tanto en Argentina como en el ámbito internacional.

Durante su estadía en Roma, Milei se alojó en un hotel cercano al Vaticano y no tuvo actividades oficiales más allá de su participación en el funeral. Desde su entorno, se destacó el respeto hacia el papa y la importancia de su legado, aunque críticos señalaron su ausencia en los homenajes previos como una falta de compromiso simbólico.

La relación entre el papa Francisco y el gobierno de Milei ha sido objeto de debate, marcada por diferencias ideológicas en temas sociales y económicos. A pesar de ello, el presidente expresó su respeto hacia el pontífice y destacó la relevancia del evento. Nahuel Sotelo, secretario de Culto, defendió la relación entre el gobierno y el papa, subrayando coincidencias en temas sociales y minimizando las diferencias ideológicas.

El funeral del papa Francisco reunió a casi un centenar de líderes mundiales, reflejando su influencia global y su legado como líder espiritual. La ceremonia culminó con el traslado del féretro a la Basílica de Santa María la Mayor, donde será sepultado. La comitiva argentina regresará al país inmediatamente después del funeral, con la llegada programada para el domingo por la mañana.

La visita de Milei al Vaticano, aunque breve, subraya la complejidad de su relación con el papa Francisco y su impacto en la política argentina. Mientras algunos elogian su presencia como un gesto de respeto, otros critican su limitada participación en los homenajes previos, reflejando las divisiones en torno a su figura y su gestión.