El Tribunal de Impugnaciones de San Juan ratificó este miércoles la condena a prisión perpetua para el oficial de policía Ricardo Dante Rodríguez Garay, quien fue hallado culpable del homicidio agravado del camionero riojano Federico Gastón Orihuela. El hecho ocurrió el 9 de febrero de 2024 en Valle Fértil, durante una persecución policial en el marco del evento automovilístico Safari tras Las Sierras.

La sentencia, dictada originalmente en mayo de este año por el tribunal de juicio, fue confirmada de manera unánime por los jueces Renato Darío Roca, Maximiliano Blejman y Eduardo Raed. La defensa de Rodríguez Garay, encabezada por Martín Zuleta, había solicitado la nulidad del fallo alegando sesgo de confirmación, interrupciones indebidas a testigos y prejuicio hacia el imputado. Sin embargo, el tribunal de impugnación concluyó que las intervenciones fueron aclaratorias y permitidas por el Código Procesal Penal, y que no existieron violaciones al debido proceso ni a la imparcialidad.

Durante el operativo, Rodríguez disparó más de treinta veces contra el camión de Orihuela en la Ruta 510, generando un riesgo real para terceros y otros efectivos. Las pericias balísticas confirmaron que todos los impactos ingresaron al camión desde el exterior y que la víctima no disparó ni amenazó a los policías. El tribunal de juicio determinó que el accionar del oficial constituyó un uso notoriamente abusivo de la fuerza letal, excediendo los límites normativos y violando el protocolo de uso racional de la fuerza, que prohíbe disparar desde o hacia un vehículo en movimiento salvo riesgo inminente para la vida.

La defensa intentó justificar el accionar de Rodríguez alegando que actuó bajo la creencia de que Orihuela portaba un arma, basándose en una pericia de absorción atómica. Sin embargo, el tribunal consideró que dicha prueba era inespecífica y contaminada, y ningún testigo presencial observó a la víctima con un arma o escuchó detonaciones desde el camión. Además, la trayectoria de los disparos y la concentración de impactos en la cabina del conductor reforzaron la intencionalidad homicida.

El tribunal desestimó todos los agravios planteados por la defensa y ratificó la solidez de la sentencia condenatoria, basada en una valoración integral y coherente del material probatorio. Con esta decisión, la condena a prisión perpetua para Rodríguez Garay quedó firme, y el oficial continuará cumpliendo su pena en el Servicio Penitenciario Provincial. El caso generó fuerte repercusión en la provincia y la región, reavivando el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas policiales y los protocolos de actuación en situaciones de persecución.