El Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires atraviesa un momento de definiciones tras meses de intensas disputas internas. Este viernes, en una reunión celebrada en Malvinas Argentinas, los principales sectores en pugna —La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, y el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), alineado con el gobernador Axel Kicillof— acordaron una tregua y pospusieron la renovación de autoridades hasta el 15 de marzo de 2026.

El mandato de Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense había vencido, lo que amenazaba con dejar acéfalo al partido. Para evitarlo, ambas facciones consensuaron ampliar la representación de apoderados en la Junta Electoral, permitiendo mayor equilibrio en la toma de decisiones. "Abogamos por un Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires que respalde al gobernador, eso es lo que necesitamos en una etapa muy delicada de la Argentina", expresó Andrés Larroque, referente del MDF, al salir del encuentro.

La negociación incluyó exigencias del sector de Kicillof, como la paridad en la Junta Electoral y la apertura del padrón de afiliados, en busca de mayor transparencia y representatividad. Aunque desde ambos bandos se insiste en la necesidad de unidad, las diferencias persisten y no se descarta una interna si no se alcanza un acuerdo antes de la fecha establecida.

El contexto político es complejo: el PJ bonaerense es clave para la proyección de liderazgos de cara a 2027, especialmente ante la imposibilidad constitucional de que Kicillof busque un nuevo mandato como gobernador. Las tensiones entre La Cámpora y el sector de Kicillof se han profundizado tras las últimas elecciones y las negociaciones por el presupuesto provincial.

Durante la reunión, Máximo Kirchner llamó la atención con una remera que llevaba un mensaje implícito hacia el sector de los intendentes, reflejando la persistente rivalidad. Por su parte, el axelismo evita postular candidatos y prioriza la representación de los intendentes del conurbano.

El acuerdo alcanzado busca evitar la acefalía y una posible intervención judicial del partido, pero el futuro del PJ bonaerense dependerá de las negociaciones que se desarrollen en los próximos meses. Si no se logra una lista de unidad, el partido se encamina a una interna que podría redefinir el mapa político de la provincia.