El Hospital Garrahan, uno de los principales centros pediátricos de Argentina, se encuentra en el centro de una disputa política y financiera entre el Gobierno Nacional y la Provincia de Buenos Aires. La controversia surgió luego de que funcionarios nacionales acusaran a la obra social bonaerense IOMA de mantener una deuda de más de $4.000 millones con el hospital, cifra que fue confirmada por fuentes oficiales de Nación y respaldada con documentación sobre el estado de cuenta corriente.

Sin embargo, desde la administración provincial, el ministro de Salud Nicolás Kreplak desmintió la cifra y aseguró que, en lo que va de 2025, IOMA ya pagó $1.006 millones de los $1.268 millones facturados por servicios prestados a sus afiliados. "Como no quieren resolver la situación del Hospital Garrahan, ahora mienten señalando a la Provincia", expresó Kreplak, quien además defendió la transparencia de la gestión bonaerense y pidió al Gobierno Nacional que "no digan mentiras y sean responsables".

El conflicto se produce en un contexto de protestas de los trabajadores del Garrahan, quienes reclaman una recomposición salarial. Tras una serie de paros y movilizaciones, el personal levantó la medida de fuerza luego de que las autoridades del hospital anunciaran un aumento y un bono, aunque los trabajadores consideraron insuficiente la propuesta y continúan exigiendo mejoras.

Por su parte, el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, amplió la denuncia al señalar que la Provincia también mantiene deudas millonarias con otros hospitales de gestión compartida con Nación, lo que, según su visión, agrava la situación del sistema de salud en distritos vulnerables.

El gobernador Axel Kicillof, en tanto, criticó el ajuste nacional en salud y defendió la política sanitaria provincial, destacando la apertura de nuevos centros de atención primaria y la inversión en infraestructura hospitalaria. "El Gobierno nacional puede emitir un bono de deuda y pagar una tasa de interés muy alta, pero no puede garantizar que los trabajadores del Hospital Garrahan tengan sueldos decentes", afirmó Kicillof durante un acto en Avellaneda.

La disputa por la deuda y la crisis en el Garrahan reflejan las tensiones políticas y presupuestarias entre Nación y Provincia, en un contexto de ajuste y demandas crecientes en el sistema de salud pública. El desenlace del conflicto podría tener implicancias para la atención sanitaria y la relación entre ambos niveles de gobierno.